Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 27 de julio de 2010

De Efesios 1:13-14 o, de Por Qué Una Vez Salvo Siempre Salvo... (1)

Es increible la cantidad de entradas en contra del viejo adagio reformado Una Vez Salvo, Siempre Salvo que aparecen en la red.

Sin embargo, lo más increible de todo es que casi todos parten de una premisa errónea, pues dicho adagio no significa que una vez que alguien se declara cristiano será salvo independientemente de su mal obrar ulterior.

En esta entrada y en la siguiente procuraré demostrar la veracidad de Una Vez Salvo, Siempre Salvo, y lo haré mediante el análisis de Efesios 1:13-14.

Contexto inmediato por favor,
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,

5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,

6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,

7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,

8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,

9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,

10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,

12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.

13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

Efesios 1
Me encantan estos versículos pues este es sin duda alguna uno de los pasajes que manifiesta de un modo más palmario la Soberanía de Dios en la Salvación.

Fíjate, la Salvación se atribuye a Su Voluntad en los versículos 5º, 9º y 11º.

Se atribuye a Su Gracia en el 6º y 7º.

A Su sangre (de Jesús), de nuevo en el 7º.

Al Amor de Dios en el 4º.

A Su buen propósito en el 9º y 11º.

Y por último se atribuye la Salvación para alabanza de Su Gloria en el 12º y 14º... quién dijo Soberanía?

Así pues, teniendo esto en mente, uno debe preguntarse qué papel juega el hombre en su propia Salvación?

Y la respuesta solo puede ser una: Ninguno.

Lo repetiré de nuevo para que se entienda bien: Ninguno.

En efecto, no podía ser de otro modo, de ahí que en el segundo capítulo de la misma epístola Pablo nos diga,
8 Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

9 no por obras, para que nadie se gloríe
.

(Pst, pst, para profundizar un poco qué es una Gracia, aconsejo que se lea esta entrada que escribí no hace mucho...)

El asunto es que los versículos 13º y 14º subrayan por qué debemos tener claro que toda la Gloria, todo el mérito por nuestra Salvación es de Dios pues, no nos dejan claro los anteriores versículos que la Salvación la realiza Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo?

En efecto, solo si tenemos esto bien claro podremos rendirle Gloria a Dios como es necesario, pues una de las razones de nuestra Salvación es para alabanza de su Gloria...

Pero Rents, qué tiene que ver todo esto con el asunto del Una vez salvo, siempre salvo...? Pregunta impaciente el arminiano.

Tiene que ver bastante, pues una vez tenemos claro que la Salvación es un don de Dios, se hace más y más evidente la imposibilidad de la pérdida de dicha Salvación.

En efecto, lee los versículos 13 y 14 pleeze, y verás qué quiero decir,

13 En él también vosotros,
habiendo oído la palabra de verdad,
el evangelio de vuestra salvación,
y habiendo creído en él,
fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,


14 que es las arras de nuestra herencia
hasta la redención de la posesión adquirida,
para alabanza de su Gloria
.
Una de las ideas que persiguen estos versículos es la de dar seguridad a los creyentes pues en nuestra vida todos pasamos por momentos de debilidad e incerteza.

No obstante, si dudas de tu Salvación, o crees que el mérito de ésta es compartido por Dios y por tú mismo, jamás podrás darle a Dios la Gloria y el Amor que merece por Su Gracia.

Ahora bien, fíjate qué palabras utiliza Pablo para darte seguridad: Fuisteis Sellados y las Arras.

Cuando Jesús muere por nuestros pecados, ocupando nuestro lugar, nos redime, nos rescata del castigo merecido, en otras palabras, literalmente nos compra,
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 Corintios 6:20

El creyente redimido está lo que se dice Posicionalmente en Cristo, en otras palabras, su pecado ha sido pagado por Jesús en la cruz mientras que su justicia es la de Jesús, o sea, al creyente se le imputa la vida sin pecado que Jesús vivió.

No hay nada ni nadie que pueda alterar esto pues tal como gritó Jesús Tetelestai!, es decir Consumado es!

27 Mis ovejas oyen Mi voz, y Yo las conozco y ellas Me siguen.
28 Y les doy la vida eterna, y nunca más perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano.
29 Mi Padre, que Me las ha dado, es más grande que todo; y nadie podrá arrebatarlas de la mano de Mi Padre. Yo y Mi Padre somos uno.

Juan 10

Fíjate cómo leemos en este pasaje las ideas que hemos visto a lo largo de esta entrada, Bendito sea el Dios y Padre que nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, es decir, la Predestinación que leíamos en Efesios 1: 3-4 se relaciona con Mi Padre, que Me las ha dado de Juan 10:29.

La necesidad de predicar la Palabra se relaciona con Mis ovejas oyen mi voz de Juan 10:27, y por último Habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de Efesios 1:13, se relaciona con Nadie las arrebatará de Mi mano de Juan 10:29.

Pero como no hay manera que vaya al grano y esto me está saliendo muy largo, continuaré la explicación en una segunda entrada...

Mientras tanto, dad a gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...