Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



domingo, 14 de noviembre de 2010

De Por Qué Colosenses 1:24 No Es un Argumento Católico

Uno de los versículos que más repiten los católicos para defender la insuficiencia del sacrificio de Jesús en la cruz es Colosenses 1:24,
24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
Una lectura superficial de dicho versículo, hace que el católico encuentre justificación en sus sacramentos, no obstante, como demostraré en esta entrada con ayuda de Dios, dicho versículo no es nada más que una descontextualización más dentro del argumentario católico.

En efecto, porque lo primero que hemos de tener claro es que si Pablo está diciendo que el sacrificio de Jesús en la cruz no fue suficiente para redimir a su pueblo, y que hemos de obrar para alcanzar la Salvación...

Estamos ante un problema.

Por qué?
Porque la Biblia nos deja claro, por un lado, la absoluta suficiencia del sacrificio de Jesús en la cruz, y por el otro, que la Salvación es por Gracia, no por obras.

De ello he hablado en entradas anteriores.
Recomiendo una lectura de aquellas que se encuentran bajo las etiquetas de Efesios, las de la serie titulada De Cuáles Son los Errores del Catolicismo a la Hora de Definir qué Es la Justificación, y sobretodo la entrada titulada De Hebreos 10:14, ya Sabes, de que con Un Sacrificio Hizo Perfectos para Siempre a los que Está Santificando o, Nada de Penitencias, para entender por qué no puede ser que Pablo nos esté hablando de la necesidad de un contínuo obrar para completar la insuficiencia del sacrificio expiatorio de Jesús.

Por tanto, de que nos está hablando Pablo?

Como siempre, hemos de ir al contexto de la carta a los colosenses.

En efecto, el propósito de dicha carta es combatir la herejía de Colosas, una herejía que -entre otras cosas- sobrevaloraba a los ángeles, minusvalorando consecuentemente a Jesús, de ahí que uno de los objetivos de Pablo sea el de recalcar el papel preeminente de Jesús en el Plan de Dios.

No es irónico que sea precisamente de una carta a través de la cual Pablo quiere mostrar la absoluta supremacía de Cristo, de donde han tomado el catolicismo argumentos para defender la insuficiencia del sacrificio de Jesús?

Cierto, es irónico.
Y trágico.

Pero volvamos al tema.
Si leemos dicha carta, comprobamos de inmediato el propósito de Pablo a la hora de demostrar la absoluta supremacía de Jesús,
8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.

9 Porque en él habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente,

10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad
.
Nada de adorar ángeles, dice Pablo, pues Dios los creó mediante Jesús, nada de insuficiencias, pues Jesús reconcilió el mundo mediante su sacrificio, el mundo es cristocéntrico, afirma Pablo una y otra vez a lo largo de esta epístola.

Así pues, de qué nos está hablando Pablo en 1:24?

De santificación, no de justificación, pues esta última es realizada exclusivamente por Dios.

Los cristianos somos justificados por Gracia mediante la fe, no por nuestras obras, pues Dios planeó que fuera así para garantizar la promesa a los de la fe.

Es decir, en nuestra justificación, el obrar no tiene papel alguno, no obstante, en nuestra santifcación, el obrar tiene un papel fundamental.

La santificación es el proceso que se desarrolla a lo largo de la vida del creyente mediante el cual, el Espíritu Santo que mora en él, va moldeando su carácter a imagen de Cristo.
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Romanos 8
En la santificación, es necesario obrar y -con la ayuda de Dios que mora en nosotros- vencer las tentaciones, despojarnos de los viejos ropajes de nuestra pasada naturaleza, y avanzar en el conocimiento de nuestro Creador.

Es el Espíritu Santo que mora en nosotros el que produce en nosotros tanto el querer como el hacer, pues es la garantía de nuestra redención final, de nuestra Salvación,
6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Ahá, todavía no he contestado a la pregunta de qué nos está hablando Pablo.

Pablo nos está hablando de su propia santificación.

Leamos de nuevo el versículo, y enmarquémoslo en el contexto,
24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
Pablo les está diciendo, todas mis luchas, todos mis sufrimientos, en realidad me producen alegría (Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros), pues son necesarios para dar fruto.
16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
2 Corintios 4
Este fruto es el abandono de la vieja naturaleza que me tenía esclavizado, es el moldeamiento de mi carácter a imagen de Jesús (y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo), es decir, completo en mí aquello que me falta para ser imagen de Jesús.

Como hemos visto en la cita de Romanos 8:29, los cristianos estamos llamados a ser imagen de Jesús,
19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
Gálatas 4

10 a fin de conocerle, (A Jesús) y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
Filipenses 3
Esta idea -el llamado a perseverar hasta ser imagen de Jesús por medio del Espíritu Santo- es corroborado unos pocos versículos más adelante cuando dice,
26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,


[...]

29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
En efecto, Pablo nos está hablando de su ministerio para con los gentiles, anunciar a Jesús morando en los creyentes.

Y de qué manera lleva adelante Pablo dicho ministerio?

Mediante el poder de Cristo -el Espíritu Santo- en él.

Esto -la recepción del Espíritu Santo en el pueblo de Dios- es descrito por Pablo como un misterio, un mysterion, lo cual es una palabra que describe a todo designio de Dios que hasta el momento había sido mantenido oculto por Dios, pero que es revelado en este tiempo.

El contexto inmediato no nos habla de Justificación, nos habla de santificación, de cómo obra Pablo su ministerio, del Espíritu Santo que mora en todo creyente, y de la transformación que este misterio -Cristo en nosotros- produce en todo cristiano.

En el capítulo tercero de esta misma carta, Pablo repite todo lo que hemos visto, fijaos:
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;

[...]

7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

9 No os mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
Pablo les dice, aquello ya ha pasado, sois salvos e hijos de Dios, por tanto, actuad en consecuencia, es decir, no haced y haced para ser salvos, sino, ya que sois salvos, actuad en consecuencia pues ahora Dios -mediante Su Espíritu- os ha capacitado para ello.

Sois nuevas criaturas y las nuevas criaturas actúan en consecuencia, y andan como Jesús anduvo
10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,.
Colosenses 3
De ahí que Pablo les deje claro a los colosenses que es Dios que mora en ellos, quien les está transformando
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;
En resumen, Pablo no nos está hablando en Colosenses 1:24 que él deba sufrir para completar el insuficiente sacricio de Jesús, no nos está diciendo que él debía obrar para ser salvo, lo que simplemente nos está diciendo es que a través de los sufrimientos que le causan el tener que llevar el Evangelio por el mundo, él va moldeando su carácter a imagen de su Creador, es decir, va santificándose.

Mientras meditais en todo ello, dad gracias a Dios Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...