Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 30 de diciembre de 2010

De Cómo Desmontar Herejías de los Testigos de Jehová Referentes al Cuerpo Resucitado de Jesús

Una de las doctrinas más absurdas heréticas curiosas de los testigos de Jehová es aquella que hace referencia a lo sucedido con el cuerpo de Jesús tras su resurrección.

En efecto, recordemos antes de nada, que Jesús -para la Atalaya- no es el Verbo de Dios encarnado, es decir, no es Dios, sino la primera criatura creada,
Jesús no es ni un hombre ni el Dios todopoderoso.
Más bien, es una poderosa criatura espiritual.
De ahí que sostengan que lo que hace Jesús tras su muerte, es volver a su estadio originario, es decir, la de un ser meramente espiritual.

Los argumentos que aportan para defender la resurrección espiritual, no corporal de Jesús son los siguientes,
Jesús no llevó su cuerpo humano al cielo para ser un hombre por toda la eternidad.
Si lo hubiera hecho, habría quedado aun más bajo que los ángeles....
La intención de Dios no era que Jesús sufriera la humillación de ser por siempre un hombre de carne y hueso.
No, y después que sacrificó su humanidad perfecta, Dios lo resucitó a una vida imperecedera como una criatura espiritual gloriosa
.
Ahora bien, qué fue del cuerpo de Jesús?

Fue destruído por Dios, de ahí que los apóstoles solo se encontraran, en el sepulcro, con la sábana que cubría al Señor,
...con su poder, Dios se deshizo del cuerpo humano que Jesucristo presentó de una vez y por todas como un sacrificio de rescate.
Lo trágico el asunto es que para defender la resurrección no corporal de Jesús, los testigos deben añadir herejía a la herejía con el fin de explicar aquellos pasajes en los que tras su muerte, el Señor se aparece a los apóstoles y come con ellos.

Con lo que la madeja se va liando cada vez más y más...

En esta ocasión el argumento empleado es el siguiente,
Los cuerpos en los cuales Jesús se manifestó a sus discípulos después de su regreso a la vida no era el cuerpo en el cual fue clavado al madero.
Se materializaban para la ocasión, y en una o dos ocasiones se asemejaron al cuerpo en que murió, pero en la mayoría de las ocasiones no eran reconocibles ni para sus discípulos más íntimos
.
Ahora bien, una vez expuestas las falsas doctrinas de los testigos, pasemos a refutarlas.

Cuando leemos y contrastamos una tras otra, las escenas en las que Jesús se aparece a los apóstoles, lo que claramente vemos es que la razón por la cual sus discípulos no le reconocen, no es porque el Señor apareciera con otro cuerpo, sino porque los ojos de los apóstoles estaban velados.

Tomaré la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras que emplean los testigos, pues es la única que tiene autoridad para ellos,
15 Ahora bien, mientras iban conversando y hablando, Jesús mismo se acercó y se puso a andar con ellos;

16 pero se impidió que los ojos de ellos lo reconocieran
.

Lucas 24
Si el cuerpo no era el mismo, qué necesidad había que se tuviera que impedir el poder reconocerle?

En efecto, solo se puede re-conocer algo conocido antes...

Veamos además cómo sigue la escena unos versículos más adelante,
30 Y estando reclinado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y empezó a dárselo.
31 Con esto, a ellos se les abrieron los ojos completamente y lo reconocieron; y él desapareció de ante ellos
.
Como vemos, la causa de la incapacidad de reconocer a Jesús que tuvieron los apóstoles no era porque el Señor apareciera con otro cuerpo, la causa radicaba en que sus ojos estaban velados.

Ahora bien, cuál es el versículo clave que desmonta definitivamente la mentira que afirma que Jesús no resucitó con su propio cuerpo?

Juan 2:21,
18 Por lo tanto, en respuesta, los judíos le dijeron: “¿Qué señal tienes para mostrarnos, ya que haces estas cosas?”.
19 En respuesta, Jesús les dijo: “Derriben este templo, y en tres días lo levantaré”.
20 Por eso dijeron los judíos: “Este templo fue edificado en cuarenta y seis años, ¿y tú en tres días lo levantarás?”.
21 Pero él hablaba acerca del templo de su cuerpo
.
Juan 2
Y punto.

Todo testigo honesto debe entender que en la contradicción no hay Verdad, y que Dios no se contradice, por tanto, aquí tiene un par de argumentos para desconfiar del material con que la Atalaya le adoctrina.

Mientras meditais en todo ello, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.