Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



lunes, 28 de febrero de 2011

De cómo Refutar el Dogma de la Inmaculada Concepción de María...


Mediante la Palabra, se refuta mediante la Palabra.

Recordemos, antes de nada, que dicho dogma sostiene que,
La Iglesia Católica contempla la posición especial de María por ser madre de Jesús de Nazaret y sostiene que Dios preservó a María libre de todo pecado y, aún más, libre de toda mancha o efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, que es también Dios.

En esta entrada refutaremos dicho dogma recurriendo exclusivamente a la Palabra.

En efecto, leemos en Lucas 2,
21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.

22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor.
Detengámonos aquí.
A qué alude dicha purificación?

A Levítico 12, la Ley de la purificación de la mujer tras el parto.

Leamos algunos versículos de dicho capítulo para desmontar el dogma mariano que nos ocupa,
2 Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda.
Por qué Dios declara a toda mujer que da a luz inmunda, contaminada?

Porque en la sangre está la vida, y dado que en el parto se produce flujo de sangre, la mujer queda impura.

De ahí que no pueda tocar nada santo durante días y días.
4 Mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre.
Ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación
.
Es obvio que tanto José como ella misma reconocieron la impureza de la madre de acuerdo a la Ley de Dios, de ahí que tuvieran que hacer expiación por su impureza.
24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.
Lucas 2

8 Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.
Levítico 12
Lucas 2:22, junto a Levítico 12, refutan definitivamente el dogma mariano de la preservación del pecado de María.

En efecto, el hecho de que José y María tuvieran que guardar días de purificación, que ofrecieran dos tórtolas o dos palominos como expiación por su impureza, es la demostración de la pecanimosidad de nuestra hermana.

Ahora bien, para qué demostrar dicha pecanimosidad?

Para que todos los católicos que sinceramente aman a Dios y están metidos en alguna secta mariana, comprueben la falsedad de sus dogmas, puedan abandonar dicha secta, y así poder finalmente dirigir sus oraciones única y exclusivamente a Dios Padre.

Mientras meditáis en todo ello, dad gracias a Dios Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


lunes, 21 de febrero de 2011

De Romanos 11 o, Cómo Dar Gracia a Unos y Otros, Evitando que Unos, Miren por Encima del Hombro a los Otros y Amén...


Una de las constantes que se repite en la Palabra es que Dios no desea que ningún hombre se enorgullezca por su Salvación, que ninguno crea que tiene papel alguno en ella, que sea consciente que dicha Salvación es una Gracia de Dios, no motivada por sus obras.

En efecto, teniendo en cuenta la naturaleza humana, siempre tendiente al orgullo, a atribuirse unos méritos que no merece, y a destacar en los demás, las mismas falencias que uno adolece, la Salvación por Gracia nos plantea el siguiente problema, a saber.

Desde el momento en que Dios eligió al pueblo judío para manifestarse al mundo, cómo hacer que ningún judío se enorgullezca de ello, que ninguno crea que su etnicidad le situó por encima de los demás, y que por tanto, le ameritó para Salvación?

Y no solo eso, teniendo en cuenta la inmediata bienvenida con que acogieron los gentiles el mensaje del Evangelio -el perdón de los pecados por fe en la sangre de Jesús- cómo hacer que estos no se sientan por encima de los judíos, los cuales rechazaron dicho Evangelio?

Dios, que es más listo que todos nosotros juntos, ha encontrado la manera de dar Gracia a judíos y gentiles, evitando que unos miren por encima del hombro a los otros.

En efecto, Pablo nos explica esto en el capítulo 11 de Romanos, por tanto, vamos pa'llá!

Pablo está escribiendo la carta a la iglesia de Roma, una iglesia formada por gentiles, con lo cual tiene que responder a la siguiente cuestión: cómo es que si Jesús es el Mesías de Israel, el pueblo judío le rechaza?

Es que,
¿Ha desechado Dios a su pueblo?
pregunta Pablo poniéndose en el lugar de los gentiles de Roma.
En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
Y aclara Pablo.
2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció.
He aquí la clave, la cual nos remite al tema de la predestinación que el mismo Pablo expone en los capítulos 8º y .

Dios elige a los suyos en base al puro afecto de Su Voluntad...
5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su Voluntad,
Efesios 1
No en base a la obras que hayan hecho o puedan llegar hacer los hombres, de ahí que Pablo inmediatamente recurra a la Escritura, y nos remita al remanente de Elías,
¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:

3 Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme?

4 Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.

5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por Gracia.
Dios no ha deshechado a Su Pueblo, pues el Señor -al igual que pasó en tiempos de Elías- se ha reservado un Remanente para Él.

Dicho Remanente es escogido por Gracia, no por obras, de ahí que inmediatamente después Pablo nos diga,
5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por Gracia.

6 Y si por Gracia, ya no es por obras; de otra manera la Gracia ya no es Gracia.
Y si por obras, ya no es Gracia; de otra manera la obra ya no es obra
.
Lo que Pablo nos explica es, Dios no ha desechado a Su Pueblo, Dios no ha olvidado las promesas hechas a nuestros padres, o es que yo no soy judío?

Tanto yo como el resto de los hermanos que hemos recibido Salvación mediante la fe, lo somos por Gracia, igual que el Señor hizo en tiempos de Elías cuando salvó de la quema general a siete mil judíos.

No obstante, Pablo más adelante nos explica que la causa del rechazo de Israel al Mesías no es casual, pues tiene un propósito,
7 ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos;

8 como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy.

9 Y David dice:
Sea vuelto su convite en trampa y en red,
En tropezadero y en retribución;

10 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean,
Y agóbiales la espalda para siempre.
Entonces, poniéndose en el lugar de los romanos, Pablo plantea la siguiente pregunta,
11 Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen?
En otras palabras: ¿Ha desechado Dios definitivamente a su pueblo?

La respuesta es concluyente de nuevo,
En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.
El para nos indica causa, propósito, no es cierto?

Dios ha endurecido a Israel con un fin, el cual, es revelado por Pablo más adelante,
25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
Este versículo estuvo durante mucho tiempo golpeando mis sienes arminianas.

Hasta que mis sienes pasaron a ser calvinistas...

Y acepté la Voluntad de Dios.

En efecto, fijémonos la cantidad de cosas que Pablo nos revela en este versículo.

Punto primero, Dios es el responsable del endurecimiento -en parte- de Israel, (ha acontecido a Israel endurecimiento), lo cual es lógico pues teniendo en cuenta que solo se puede ir a Jesús por fe, y que ésta es un don de Dios, solo puede ir al Mesías a quien Dios haya dado fe.

Recordáis a Jesús diciendo esto mismo?
44 Nadie puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
Juan 6
Y,
Pero él contestó y dijo: Toda planta que mi Padre no haya plantado, será desarraigada.
Mateo 15
Sigamos.
Punto segundo, el número de gentiles que iremos a Cristo está decidido de antemano por Dios (hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles).

Si Dios espera a dar Gracia a los judíos, hasta que haya recibido Gracia la totalidad de los gentiles, es porque hay un número de estos a los que desde antes conoció, lo cual va en harmonía con el resto de la Palabra.

Es decir, el Señor no deja la puerta abierta en espera que los más aptos se decidan a entrar o no, tal como plantea el arminianismo, el número de gentiles predestinados a Salvación es concreto, determinado, y hasta que no entren todos los gentiles que serán llamados a Salvación, el Señor no levantará el endurecimiento impuesto sobre Israel.

Ahora bien, por qué? pues de esto va esta etnrada.

Por qué el Señor ha decidido hacerlo así?

La respuesta es muy sencilla, para eliminar todo orgullo en el hombre por su Salvación, para evitar que judíos miren con desprecio a los gentiles por no ser pueblo, y los gentiles a los judíos por su rechazo.

En efecto, cómo llega la Salvación a los gentiles?

A través de los judíos,
22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
Juan 4
Ahora bien, cómo llegará la Salvación a los judíos, una vez el endurecimiento se levante?

A través de los gentiles,
31 así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.
Romanos 11
Se entiende?

Los judíos del futuro -algunos miran a los mesiánicos de hoy en día, y hablan de cumplimiento profético- recibirán el mensaje del Evangelio a través de las misiones de los gentiles, de sus prédicas, de todo el material escrito por ellos durante siglos.

Mirarán a su propia historia, serán conscientes del rechazo de su pueblo a Jesús durante miles de años, y verán que su Salvación, vino a través de los gentiles.
...para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.
No te enorgullezcas tú judío, pues a pesar de formar parte del pueblo a través del cual Dios se ha manifestado al mundo, eres descendiente de los mismos que rechazaron -y no mataron, pues eso lo hicieron los romanos!- al Mesías.

Y no te olvides además, que tu Salvación ha llegado a traves de la locura de la predicación de los gentiles, junto con los cuales ahora formáis parte del mismo cuerpo, el del Mesías.

Y tú gentil, por qué pones esa cara?
Es cierto que acogistes bien el Evangelio, que creíste el mensaje del perdón de tus pecados por la sangre del Mesías, pero no te olvides, que tú no eras pueblo de Dios, dice Pablo.

En efecto, ahora le toca el turno a los gentiles.

Pablo nos explica que para evitar que los gentiles miraran con desprecio a los judíos por el rechazo de estos al Evangelio, estos deben tener presentes que han sido injertados en la Promesa...

Por Gracia.

Veamos esto,
17 Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo,

18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.

19 Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado.

20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie.
No te ensoberbezcas, sino teme.

21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.

22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.

Romanos 11
Hay quien ve en el versículo 22 una evidencia de que la Salvación puede perderse, pero eso contradeciría tooodo lo que hemos visto, y supondría que ésta no es una Gracia.

Ahora bien, fijémonos cómo Pablo insiste en que nadie caiga en el orgullo.

En efecto, de qué manera Dios ha escogido dar Gracia a judíos y gentiles, de manera que ninguno se sienta por encima del otro?

Tal como hemos visto.

Dios se ha reservado un remanente judío para Sí.

Dicho remanente es endurecido -privado de fe- hasta que la totalidad de los gentiles que escogió igualmente por Gracia, haya recibido su Salvación.

Todo gentil sabrá que la Salvación vino a través de los judíos, que uno es heredero de Abraham por fe, que la raíz es santa, que el Mesías era israelita, que...

Sabrá igualmente que la fe es por el oír y el oír por la Palabra de Dios, por tanto, la Salvación -la fe- solo puede venir a través de la predicación, cierto?
De esta manera, cuando Dios levante el endurecimiento sobre los judíos, estos escucharán el mensaje del Evangelio...

A través de los gentiles.
30 Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos,

31 así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.

32 Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.

Romanos 11
Los gentiles estamos en deuda con los judíos, y los judíos con los gentiles.

Los gentiles no éramos pueblo, pero por Gracia fuimos injertado en el Olivo que es el Israel de Dios.

Y los judíos que eran pueblo, rechazaron a su Mesías hasta que la fe les vino a través de las prédicas de los gentiles, lo cual les hace deudores de estos.

Por este plan tan inteligente destinado a eliminar orgullos y sentimientos de superioridad, Pablo inmediatamente después dice,
33 !!Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! !!Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?
Unos deudores de los otros, todos salvos por Gracia, todos objeto de la Misericordia de Dios.

Mientras meditáis en todo esto, dad gracias a Dios por todo, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


martes, 15 de febrero de 2011

De 1 Corintios 3:15 o, qué Significa Edificar Oro, Plata, Piedras Preciosas, Madera, Heno u Hojarasca?


En relación a esta entrada sobre 1 Corintios 3:15 y el erróneo dogma del purgatorio, un hermanito de mi iglesia me preguntó qué quería decir concretamente edificar oro, plata, piedras preciosas, madera, heno u hojarasca, que leemos en el versículo 12.

En esta entrada daré respuesta a eso.

Aconsejo leer ante la entrada a la cual he aludido para entender de qué se está hablando en el pasaje.

Ahora bien, leamos el versículo en su contexto,
8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.

9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.

11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.

12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,

13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.

14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.

15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

1 Corintios 3
Bien, qué es aquello que es edificado sobre la base que es Cristo, pero que es madera, heno u hojarasca?

Todo aquello que no permanece, aquello que no pasa la prueba del fuego, es decir, del juicio de las obras que hacemos en Nombre del Señor: la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará [...] Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo.

Como expliqué en la anterior entrada, el juicio del cual nos habla Pablo no es el de Salvación o perdición, pues como vemos él en ningún momento pone en duda la Salvación de aquellos a los que se dirige -si sobre este fundamento (Cristo) alguno edificare [...] si bien él mismo será salvo- el juicio es el de la calidad de la obra de cada uno en el Señor.

Por tanto, qué es aquello que no permanece y no pasa la prueba del juicio, qué es el oro, plata y piedras preciosas?

Todo aquello que es levantado en base a las fuerzas y/o propósitos humanos.

Por consiguiente, qué es aquello que permanece y pasa la prueba del juicio?

Todo aquello que es trabajado con las fuerzas que da Dios, y que tiene como único propósito glorificar a Dios.

En efecto, cuando Dios repase con nosotros el trabajo que hicimos con los dones y capacidades que nos dio para ser luz en el mundo, tendrá en cuenta más la calidad del trabajo que no la cantidad.

Pero a nivel práctico, qué puede ser madera, heno, hojarasca? ponme un ejemplo, me dijo el hermano.

Bien, tomemos las misma acción: ir a trabajar a un comedor para indigentes.

Si yo voy para poder presumir de bondad delante de los hermanos, si voy para hacerme notar, para poder pasar mi bondad delante de la cara de todo el mundo, es decir, si mi propósito último soy Yo mismo... edifico hojarasca.

Todo el trabajo realizado durante años en ese comedor no habrá servido para NADA a ojos de Dios, pues el fin último no habrá sido Dios, sino uno mismo.

Veamos cómo nos dice esto mismo el Señor Jesús,
1 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,

Mateo 6
En cambio, si voy al comedor para indigentes por Amor a Dios, porque comprendo que como fui salvo por Gracia, debo dar Gracia, porque comprendo que he sido llamado a manifestar el carácter de Dios, y que por tanto debo dar a cambio de nada, a aquellos -buenos o malos- que nada pueden darme... entonces, como mi último propósito es Dios, todo aquello que edifico permanecerá.

Recordemos al Señor Jesús diciéndonos esto mismo,
12 Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado.

13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;

14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.

Lucas 14
El propósito último, no las acciones en sí es aquello que tiene valor delante de Dios.

Recordáis igualmente al Señor hablándonos de cuál es la señal de alguien que viene de Dios?
44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?
Juan 5

18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
Juan 7
Otro ejemplo.

Hay hermanos que creen que dan Gloria a Dios por memorizar pasajes enteros de las Escrituras, sin darse cuenta que en ello hay poca Gloria.

Ojo, es necesario memorizar algunos pasajes, especialmente cuando uno predica, pero lo que quiero decir es que cuando uno se aprende versículos de memoria, lo está haciendo con sus propias fuerzas, con su propia capacidad mnemotécnica.

En cambio, si la debilidad de uno es el rencor, le cuesta a horrores perdonar a alguien, y le pide a Dios de todo corazón que le dé Gracia para hacer Su Voluntad, si le pide que le haga perdonar de verdad a quien le ha hecho daño, entonces, cuando uno hace lo que solo mediante el Espíritu Santo se puede hacer, entonces -decía- uno da Gloria a Dios.

Da Gloria a Dios -edificamos con oro, plata y piedras preciosas- todo aquello que solo puede hacerse mediante el Espíritu Santo de Dios, da Gloria a Dios que perdonemos a alguien, que busquemos servir antes que ser servidos, que procuremos que hermanos se reconcilien, que logremos anteponer la Voluntad de Dios a la propia...

Un ejemplo perfecto de lo que es edificar de manera duradera es el Señor Jesús, pues uno de los propósitos por los cuales el Señor se encarnó, fue para enseñarnos cómo debe vivir el hombre.

Jesús se pasó toda su vida guiado por el poder del Espíritu Santo, buscando hacer la Voluntad de Dios y no la propia, y todo con el único propósito de glorificar a Dios, de manifestar la Verdad de Dios delante de los hombres.

Ahora bien, hay hermanos que por su mucho Amor a Dios, quieren hacer, hacer y hacer, y se olvidan de todo esto, se olvidan que solo hemos de hacer las cosas de Dios con las fuerzas y capacidades que nos da Dios.

Hablo de auténticos hermanos que aman al Señor y que luchan a diario para anteponer Su Voluntad a la suya.

Estos hermanos yerran, pero sin maldad.

Un ejemplo de esto es 2 Corintios 1,
8 Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida.

9 Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos;
Pablo, en su mucho celo por las cosas de Dios, estaba empezando a hacer las cosas del Señor, apoyándose en sus propias fuerzas, no en las que le daba Dios.

Pero Dios le hizo pasar por circunstancias angustiosas, para que se diera cuenta que con sus propias fuerzas, nada puede hacer, que confiar en la propia capacidad, conduce a la muerte.

Cuando con las fuerzas que Dios nos da, resistimos durante mucho tiempo a un pecado, podemos llegar a pensar que dicho dominio viene en realidad de nosotros, y no de la Misericordia del Señor.

De ahí que a la mínima que dejamos de orar para que Dios nos dé fuerzas para resisitir... caigamos.

Hemos de estar siempre inseguros, deprimidos, pensando que somos unos inútiles?

Si alguien ha entendido eso cuando leía esta entrada es que no ha comprendido nada.

Lo que hemos de hacer es comprender que solo podemos avanzar por el Camino con las fuerzas que nos da Dios, que nuestra naturaleza está caída, y que separados del pámpano, nada podemos hacer.

Si tu orgullo te lleva a rechazar lo que lees, si en el fondo te averguenza o humilla tener que reconocer toda tu vida que dependes de Dios (Ya llevo tres décadas en el Evangelio, no tengo que orar cada día!), entonces plantéate si realmente estás bien sujeto a la Roca.

EL Reino de los Cielos es para los pobres de Espíritu, nos dijo el Señor Jesús.
En efecto, los pobres de Espíritu son aquellos que son conscientes de su propia insuficiencia, que son conscientes que todo les ha sido dado por Gracia, que nada le distingue a uno de los demás, que es un privilegio estar agarrado al pámpano y que -como los niños- se someten a la Voluntad y dominio de su Padre.

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios Padre en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


sábado, 12 de febrero de 2011

De Romanos 10:9, o de qué Tipo de Confesión Estamos Hablando...?


Contradice la cita del título,
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
A uno de los versículos más repetidos por los reformados?
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
La verdad es que no, una vez analizado qué quiere decir Romanos 10:9.


Vamos pa'llá!

El contexto inmediato de Romanos 10 intenta responder a la siguiente pregunta, cómo es que Israel rechazaba a Jesús, si resulta que éste era el cumplimiento mesiánico profetizado?

Una de las razones que Pablo da es que Israel rechazó a Jesús porque él reveló la verdadera dimensión de la Ley.

Israel había errado en su manera de encarar la Ley, de ahí que rechazaran a aquel que la cumplía, tal como ésta debía ser cumplida,
31 mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó.

32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley
,
El sino como es tremendamente revelador.

Con ello Pablo deja claro que la única manera de alcanzar la justicia de Dios, es mediante la fe, la confianza en la Misericordia de Dios.

En efecto, qué debería haber hecho todo israelita ante la enormidad de la Ley, ante la cantidad ingente de reglamentos de imposible cumplimiento, ante las advertencias de maldición en caso de su violación?

Haberle confesado a Dios su debilidad, su incapacidad de cumplir las exigencias de Dios por un lado, y haber rogado a Dios por Su Misericordia por el otro...

Cómo respondió Israel a la Ley?
Mediante el legalismo, pues no solo intentó cumplir las leyes de Dios, sino que creó una serie de reglamentaciones anexas, ya sabes, la mal llamada Ley oral.

Cuando un nuevo bebito en Cristo, es consciente de las exigencias del Camino angosto a través del cual hemos de seguir al Mesías, queda abrumado.

El bebito quiere a Dios, quiere cumplir la Ley de Cristo de todo corazón, quiere tener -nada más nacer- una santidad y autocotrol propio de alguien que lleva décadas en el Evangelio... pero cae contínuamente.

Y se frustra.

Por tanto, siempre hemos de decirle lo siguiente a los hermanos que acaban de nacer de nuevo para Dios: uno solo puede acercarse al Señor en Espíritu y en Verdad, por tanto, sé sincero con Dios, no hagas como el antiguo Israel.

Dile a Dios la verdad, que le amas y que quieres cumplir la Ley de Cristo pero que eres incapaz de hacerlo, pues a la mínima caes, y caes, y vuelves a caer para tu desánimo.

Aprende de Abraham, apela simplemente a la Misericordia de Dios, no a tus capacidades o fuerzas, y pídele al Señor que por favor te dé Gracia, pues de no ser así, nunca podrías andar como Jesús anduvo.

Parece algo sencillo de hacer, pero pocos lo hacen, pues es necesario una buena cantidad de humildad para realizar lo que acabo de describir.

Israel no lo hizo, y muchos cristianos tardan décadas en hacerlo.

Pero volvamos a donde estábamos.
Decía que la Ley fue entregada para evidenciar el pecado en el ser humano, fue entregada para que el hombre -una vez consciente de su impureza y maldad- comprendiera que la única salida era rogar a Dios por Su Misericordia, rogar por Su Gracia.

Esto es lo que nos enseñó Jesús, no confíes en la justicia que viene de las obras, de tus propias fuerzas y reglamentaciones de aparente santidad, confiésale a Dios tu incapacidad, y apela a la Misercordia y Gracia de Dios.

Esta manera de entender la Ley fue abiertamente rechazada por los estamentos sacerdotales y religiosos de la época, por eso Pablo nos dice que Israel tropezó en la piedra de tropiezo, es decir, tropezaron en Jesús porque habían tropezado en el significado de la Ley, en su intención última.

Por consiguiente, cuando ya en Romanos 10, Pablo nos dice que, porque el fin de la ley es Cristo, no está diciendo que Jesús haya abolido la Ley, sino que es precisamente su cumplimiento.

Ahora bien, qué tiene que ver todo lo que acabo de decir con el contexto inmediato de Romanos 10:9?

Leamos dicho contexto,
5 Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.

6 Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo);

7 o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).

8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón.(B) Esta es la palabra de fe que predicamos:

9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Un análisis superficial de este pasaje vería un contraste entre las justicias que aparecen en los versículos 5º y 6º,
5 Porque de la justicia que es por la ley, Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.

6 Pero la justicia que es por la fe dice así...
Pero por qué sabemos que no es así?

Porque Pablo nos acaba de decir que la justicia de Dios no es por obras de la Ley, y sobretodo porque, el pasaje que escoje Pablo para apoyar que la justicia de Dios es por fe, está tomado de la Ley mosaica, el Deuteronomio 30:11-14.

Lo que Pablo está haciendo es corroborar que el Cristo es el fin y cumplimiento de la Ley, ya sabes, la misma aseveración que leemos en Romanos 10:4,
4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
La justicia que exige la Ley, es la justicia de la fe, la justicia que exige la Ley es la que Jesús ofrece, y ambas se obtienen de la misma manera: por fe.

Tan sencillo y tan complejo como esto...

Ahora bien, si resulta que la Ley es de imposible cumplimiento, por qué dice Moisés que, Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos...?

Porque es Dios mismo quien capacitará al hombre a cumplir Su Ley.
6 Y circuncidará YHWH tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a YHWH tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
Deuteronomio 30
Moisés es perfectamente consciente que sin la iniciativa de Dios, es imposible cumplir Su Ley,
4 Pero hasta hoy YHWH no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
Deuteronomio 29
En otras palabras, lo que Pablo nos dice es que para nosotros, los de la fe, el cumplimiento de la Ley de Dios no es difícil de lograr, pues Dios nos ha capacitado para ello.

No porque seamos mejores que nadie, ni porque tengamos unas cejas más perfiladas, sino simple y llanamente porque Dios nos ha capacitado para ello.

Por eso Juan nos dice que, y sus mandamientos no son gravosos, porque Dios nos ha facultado para resistir las tentaciones y andar como Cristo anduvo, de manera que nadie que se llama cristiano, puede ser considerado como tal si vive una vida practicando el pecado por mucho que se haga llamar, pastor, papa o apóstol...

Por tanto, esta es la razón por la que Pablo ve Deuteronomio 30:11-14, como un anuncio de la justicia de Dios que es por fe.

Por eso en Romanos 10:6-8, Pablo nos dice que dado que la Ley enseña que la justicia que conduce a Vida no puede ser alcanzada por esfuerzos humanos sino confiando en la Misericordia de Dios para nosotros y en nosotros, entonces, todo los creyentes a los que va dirigida la epístola, deberían ver esto como un anuncio del Cristo.

Para Pablo la justicia de Deuteronomio 30:11-14 que dice, confío en la Misericordia de Dios para que circuncide mi corazón, y para que así pueda amarle como debo hacerlo, es la misma justicia que dice confío en el trabajo de Cristo, en sus promesas...

Pablo nos dice que la palabra de fe que predicamos, es aquella que Dios pone en nuestra boca y corazón, es aquella fruto de la obra de Dios en nosotros, de nuestra regeneración, de nuestro nuevo nacimiento.

En efecto, por tanto, la confesión que leemos en Romanos 10:9, no tiene nada que ver con la que Jesús condena en Mateo 7:21-23.

La primera es fruto del trabajo, de la Misericordia de Dios en el hombre, la segunda es una manifestación vacía, carente de autenticidad, huera.

Por tanto, cuando en Romanos 10:9 leemos,
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Hemos de entender que Pablo no nos está hablando de una declaración de fe -sin fe- en la resurrección de Jesús, ya sabes, la misma profesión de fe que proclaman la mayoría de las personas que se llaman a sí mismos cristianos, lo que Pablo está diciendo es que Dios ha cumplido en nosotros Sus promesas, que Dios ha tomado de nuevo la iniciativa.

En efecto, Pablo nos dice que la Salvación no consiste en tener que subir al Cielo o descender al abismo para traer al Cristo, es decir, no consiste en esfuerzos humanos, Pablo nos dice que la Salvación la tenemos en nuestros corazones circuncidados, y la evidencia de haber sido objeto de dicha circuncisión es que afirmamos que Jesús es el Señor y sobretodo que creemos de todo corazón que Dios le levantó de los muertos.

Pablo no quiere que nos sintamos abrumados por la quimera de tener que conseguir la Salvación por nuestros propios medios tal y como buscaba hacer Israel, quiere que seamos conscientes del significado de la resurrección de Jesús, pues creer en ella de todo corazón -y una verdadera fe implica una vida transformada en amor a Dios, pues los demonios también creen, tiemblan y siguen odiando a Dios- es la prueba de nuestra resurrección futura, de nuestra Salvación, de haber sido objeto de la Gracia de Dios.

Mientras meditais en todo esto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


lunes, 7 de febrero de 2011

De que el Bautismo No Es el Equivalente Neotestamentario de la Circuncisión Veterotestamentaria

Leemos en el Catecismo de Heidelberg,
74. Pregunta: ¿Se ha de bautizar también a los niños?

Respuesta: Naturalmente, porque están comprendidos, como los adultos, en el pacto, y pertenecen a la iglesia de Dios.
Tanto a éstos como a los adultos se les promete por la sangre de Cristo, la remisión de los pecados y el Espíritu Santo, obrador de la fe; por esto, y como señal de este pacto, deben ser incorporados a la Iglesia de Dios y diferenciados de los hijos de los infieles , así como se hacía en el pacto del Atiguo Testamento por la circuncisión, cuyo substituto es el Bautismo en el Nuevo Pacto
.
En esta entrada argumentaremos por qué el bautismo No es el equivalente neotestamentario de la circuncisión mosaica.

Ahora bien, en el Catecismo de Heidelberg, se cita Colosenses 2:11-13 para apoyar dicha idea, por tanto, analicemos la antes mencionada cita, y su contexto, para comprender de qué se nos habla en este pasaje,
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;

12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

Colosenses 2
Pablo en sus epístolas, suele emplear siempre la misma estructura, es decir, primero muestra el estado caído del ser humano, su necesidad de ser salvado de la Justicia de Dios, para así dar la dimensión y Gloria que merece la obra de Jesús.

De este modo, vemos que Pablo nos explica que la Ley de Dios nos acusa y exige el pago de la deuda que nuestro pecado merece,
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz
,
Esto lo hizo el Señor, única y exclusivamente él, y esto es clave para entender el por qué del error del paralelismo entre la circuncisión y el bautismo.

En efecto, en ambos versículos Pablo nos está hablando de aquello que hizo el Señor en la cruz por nosotros.

En otras palabras, Pablo nos presenta un trabajo objetivo, ajeno a nosotros, un trabajo en el que no tenemos papel alguno, un trabajo que Jesús culminó al ir a la cruz y morir por todos nuestros pecados.

Al mismo tiempo vemos que el trabajo del Señor no se limitó a ofrecer la única propiciación aceptable a Dios, como pago por nuestros pecados, el Señor Jesús también derrotó a los demonios,
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Ambas acciones tienen lugar en el mismo escenario -la cruz- y ambas son realizadas exclusivamente por el Señor.

Por qué recalco tanto la autoría del Señor?
Para evidenciar el error de equiparar una acción realizada por Dios, con una realizada exclusivamente por el hombre: la circuncisión.

Sigamos.

Ahora bien, en este pasaje Pablo describe lo que pasa fuera de nosotros -la obra del Cristo- pero también la obra de Dios en nosotros, es decir, Pablo nos explica lo que Dios ha hecho fuera de nosotros, por la sencilla razón de que esto tendrá consecuencias en nosotros.

Fijémonos cómo en el versículo 13, Pablo nos habla de nuestra regeneración, del nacimiento de la nueva criatura, de la resurrección,
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,
Exacto, todos nosotros estamos muertos, espiritualmente muertos, y es Dios -por el puro afecto de Su Voluntad y Su Misericordia- quien sopla sobre nosotros y nos da vida.

Ahora bien, no hemos de olvidar que un par de versículos antes, Pablo nos había hablado de la circuncisión, no es cierto?
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
Hemos de ir con cuidado a la hora de analizar este versículo pues es el que confundió a los hermanos que redactaron el Catecismo de Heidelberg.

Si nos fijamos ben, veremos que Pablo compara el trabajo que Dios hace en nosotros, con la circuncisión, no obstante, a diferencia de la mosaica, esta otra circuncisión no es física sino espiritual,
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano,
Aquello que Dios despoja de nosotros, no es un trozo de piel, es lo carnal en nosotros, el poder del pecado.
al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
Es decir, nuestro viejo Yo dominado por el poder del pecado, queda clavado en la cruz, y -una vez muertos al mundo- renacemos a Dios.

La idea de que en la cruz lo carnal en nosotros muere, es una idea que Pablo repite en más de una epístola,
24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Gálatas 5

6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, (Jesús) para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Romanos 6
Es cierto que en los versículos 11º y 12º de Colosenses 2, el bautismo se relaciona con la circuncisión, pero no por las razones que se expusieron en el Catecismo.

Volvamos a leer estos versículos,
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;

12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
La clave como he mencionado antes, es que la circuncisión que vemos en estos versículos es una no hecha a mano, la cual se contrapone a la física de la Ley mosaica.

Entonces, qué es aquello que traza un paralelismo con la circuncisión veterotestamentaria?

No lo es la inmersión -física- del bautismo, lo es la obra espiritual de Cristo quien nos despoja de lo carnal, del poder del pecado en nosotros, en otras palabras, Jesús nos circuncida el corazón.

De ahí se articula que el bautismo no sea nada más que un manifestación pública de una realidad espiritual.

En efecto, en caso contrario el bautismo sería necesario para Salvación, lo cual es refutado claramente por Pablo en 1 Corintios 1, cuando da gracias a Dios por no haber bautizado a nadie sino,
14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,

[...]

17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Pero no nos desviemos y volvamos al tema.
En esta pasaje Pablo nos explica que Jesús nos circuncida espiritualmente -la circuncisión del corazón de Deuteronomio 30:6- la cual es el cumplimiento espiritual neotestamentario de la circuncisión física veterotestamentaria.

Decir que el bautismo es el equivalente neotestamentario de la circuncisión es un error, pues vemos que Pablo nos habla que la circuncisión que hace Jesús es no hecha a mano.

No obstante, si decimos que la circuncisión hecha a mano corresponde al bautismo "hecho a mano", olvidamos algo importante, la circuncisión de la carne, la circuncisión de lo pecaminos en nuestro corazón, es realizado exclusivamente por Dios, es decir, es una obra espiritual, no física.

Todo cristiano es nueva criatura, una criatura que estaba espiritualmente muerta pero sobre quien Dios ha soplado Su Espíritu y le ha dado vida.

Eso es lo que hace a alguien miembro del Nuevo Pacto, el haber recibido fe, el haber nacido de nuevo, no el haber sido bautizado.

Uno forma parte del cuerpo de Cristo por fe, no por haber cumplido un sacramento de modo ritual y rutinario, tal como se ofician en las misas católicas.

Es la resurrección espiritual lo que nos hace ser miembros del cuerpo de Cristo, es el haber muerto en la cruz, el haber clavado el poder del pecado en el madero, no el haber cumplido un ritual que es reflejo de la realidad espiritual.

En efecto, porque toda esta obra de Cristo en nosotros se produce mediante algo espiritual, no físico, es decir, tiene lugar mediante la fe,
12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
Esta es la razón por la cual rechazo el bautismo de infantes, pues uno solo puede formar parte del Nuevo Pacto mediante la fe.
En efecto, Juan nos habla de esto mismo en su Evangelio,
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Juan 1
Por tanto, cuando el Catecismo dice,
¿Se ha de bautizar también a los niños?

Respuesta: Naturalmente, porque están comprendidos, como los adultos, en el pacto, y pertenecen a la iglesia de Dios.
Olvida esta realidad, es decir, que Dios tiene hijos, pero no nietos.

Mis hijos no tienen por qué haber sido salvos por el Señor, del mismo modo que tampoco mis padres.

Uno forma parte de la familia de Dios mediante la fe, no por vínculos de sangre.

Por tanto, de lo que Colosenses 2:11-13 nos está hablando no es que el bautismo sea el equivalente neotestamentario de la circuncisión, lo que nos está diciendo es que Jesús murió por nuestros pecados, que resucitó cancelando la deuda que habíamos contraído, que humilló a las huestes de Satanás, que resucita a todos aquellos que estábamos espiritualmente muertos al circuncidarnos el corazón mediante la fe.

El papel de la fe en nuestra regeneración es fundamental para entender de qué nos habla Pablo en esta entrada, pues mediante la fe somos llamados por Dios, por fe recibimos el perdón de los pecados, por fe nuestro Yo y el poder del pecado quedan clavados en la cruz, por fe recibimos un nuevo corazón de carne para amar lo que Dios ama y aborrecer lo que aborrece, por fe nacemos de nuevo, por fe...

En otras palabras, no es que al recibir fe podamos trabajar nuestra Salvación tal como creen sectas como la católica, sino que por fe recibimos lo que Jesús ha hecho en nuestro lugar.

De ahí que no haya paralelismo entre la circuncisión mosaica y el sacramento del bautismo del Nuevo Pacto en la sangre del Mesías.

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


domingo, 6 de febrero de 2011

De Creacionismo, Fe, y un Monito Darwinista...


Ok, toma asiento que en pocas palabras te explico de qué va todo ese asunto de los creacionistas, antidarwinistas y antievolucionistas que tanto abundan en el evangelismo norteamericano.

[MODE IRONY ON] El motor que les propulsa es la idea de que hoy en día el humanismo lo impregna todo, ya sabes, de manera que cuando se le explica a los niños en las escuelas dominicales las cositas de Dios, los pobrecitos replican que nada de eso es verdad, que Dios no creó al hombre, sino que éste viene del mono, que sí, que lo han visto en la tele y que la tele nunca miente.


Y contra eso no hay Dios que pueda.

En serio...

Es decir, hace dos mil o seiscientos años predicar el Evangelio funcionaba, pero hoy en día no es así y hay que hacer otra cosa, no sé, algo más efectivo..

Cuando Dios decidió que la manera de llamar a Su Pueblo era mediante la locura de la predicación, no tuvo en cuenta el humanismo ni la tele.

Ahí Dios falló, mal Él, chas, chas en el culete...

Pero por suerte -no gracias a Dios- tenemos a los evangélicos americanos para arreglar eso!

Wowowowowow!

A ellos se les ha ocurrido atacar el problema de raiz, o sea, ir al Génesis.

No hay que predicar y esperar que Dios arregle las cosas, eso era antes ya sabes, nuevos tiempos significan nuevos retos, y nuevos retos exigen nuevas soluciones.

Por tanto, ná'de de centrarse en predicar, lo que hemos de hacer es gastar fortunas y más fortunas en libros, conferencias, grupos de presión y participaciones en los media para conseguir retirar la teoría de la evolución tanto de las escuelas, como de las frágiles mentes de nuestros pequeñines...

Somos los buenos cristianos, y los buenos cristianos hacen las cosas de Dios sin contar con Él, faltaría más!

De esta manera, cuando hayamos conseguido sacar a Darwin de las escuelas, los niños del futuro, se reirán de la tontera esa de que venimos del mono, e irán como posesos a los pies de cristo, para gloria del Creacionismo...

Ahá, cristo con minúscula y Creacionismo con mayúscula ya sabes, a cada uno hay que darle la Gloria que merece.[MODE IRONY OFF]

El movimiento creacionista evidencia una aberrante falta de fe en Dios, una desconfianza en Su Sabiduría y el desconocimiento de que los Caminos de Dios no son nuestros caminos.

Dios puede con todo, con entornos culturales, religiones, pasados delictivos e incluso el humanismo y su fiel amigo el darwinismo, pues Él es el Único, el que crea el mundo mediante Su Palabra, el que hace parir a las estériles, a las vírgenes, el que da Vida a todo un valle de huesos secos, en resumen: Él es Dios Todopoderoso!

Hasta que los creacionistas no aprendan a confiar en Dios, y a someterse a Su Sabiduría, seguirán poniéndose en ridículo y manchando al resto de la cristiandad.

Grompf!


viernes, 4 de febrero de 2011

De Cómo Replicar a Uno de los Más Viejos Argumentos Ateos contra la Justicia de Dios...


Uno nunca se va a la cama sin haber aprendido algo nuevo y sin haber escuchado el viejo mantra que repite todo ateo que se precie de serlo: No creo en un Dios que condena al hombre al infierno por toda la eternidad...

No es cierto, simplemente no cree porque no ha recibido fe, no obstante, en esta entrada explicaré cómo desmontar esta falacia.

El punto primero es negar la mayor, es decir, Dios no condena a nadie, es el ser humano quien se condena a sí mismo.

Desarrollemos esto.

Dios le da dos oportunidades al hombre para evitar su condenación.

Empecemos con la primera.
Bien, ésta es la Ley interior -la conciencia- que Dios ha depositado en todo ser humano.

En efecto, todo el mundo sabe lo que está bien y lo que está mal, y sin embargo, a lo largo del día, el hombre opta libre y voluntariamente por hacer el Mal en una gran cantidad de ocasiones.

Cuando uno afirma esta premisa, el ateo replica que no es cierta, pues lo que en nuestra cultura creemos que está bien, no tiene por qué estarlo en otra cultura, y eso es cierto, pero es una media verdad, o sea, una verdadera mentira.

En efecto, porque mientras yo hablo de conciencia, él habla de valores culturales.

Dios ha depositado en todo ser humano la conciencia de lo que está bien, y lo que está mal, independientemente de valor cultural alguno.

Cómo sabemos esto?
Bien, porque todo ser humano es capaz de reconocer cuando es objeto de un acto Justo, y de uno Injusto, cuando se le hace un Bien o un Mal.

Cierto, cada vez que uno está en posición de debilidad, y alguien se aprovecha de ella, ese uno reconoce fácilmente que eso está Mal, a pesar de haber estado toda su vida aprovechándose de aquellos que estaban en posición de debilidad.

Cuando alguien está colgado en la carretera porque su coche se ha estropeado, y es recogido generosamente por un desconocido, esa persona -la cual nunca se había sentido culpable ninguna de las veces que había pasado de largo de todos los automovilistas que había visto colgados anteriormente en tantas otras ocasiones- reconoce fácilmente que lo Bueno es ayudar al prójimo desinteresadamente.

No importa los valores culturales en los que uno haya sido educado, todo el mundo entiende esta máxima y la reconoce como Justa: Trata a los demás del modo en que te gustaría ser tratado.

En efecto, tomemos un ejemplo bíblico.

Saúl, como israelita, había sido educado por un lado, en una mala interpretación del ojo por ojo, diente por diente, y por el otro, como miembro de la nobleza, había interiorizado como correcto destruir a todo aquel que supusiera una amenaza.

Sin embargo, cuando David -que estaba siendo objeto de las persecuciones del mismísimo Rey Saúl- le perdona la vida en la cueva de En-Gadi, cómo reacciona el noble?

Reconociendo la verdadera Justicia,
17 y dijo a David: Más justo eres tú que yo, que me has pagado con bien, habiéndote yo pagado con mal.

18 Tú has mostrado hoy que has hecho conmigo bien; pues no me has dado muerte, habiéndome entregado YHWH en tu mano.

19 Porque ¿quién hallará a su enemigo, y lo dejará ir sano y salvo? YHWH te pague con bien por lo que en este día has hecho conmigo.

1 Samuel 24
Toda su formación, sus valores culturales de Al enemigo ni agua!, se hacen añicos cuando es objeto de verdadera Justicia.

Si lo cultural se impusiera a la Ley interior, Saúl habría considerado una locura la acción de David, pero no es así, la alaba.

Por tanto, cuando alguien miente, niega ayuda a su prójimo, roba y demás acciones que uno reconocería como malas caso de ser objeto de ellas, sabe -dentro de él- que está haciendo el Mal.

Y lo sabe por la Ley interior que Dios ha puesto en todo ser humano la cual reza así: Trata a los demás del modo en que te gustaría ser tratado, todo lo que salga de aquí está Mal.

Ahá, la vieja Regla de Oro.

Por tanto, la primera oportunidad que da Dios al hombre para evitar ser condenado, es rechazada por este.

Ahora bien, he dicho que Dios le da al ser humano dos oportunidades, cuál es la segunda?

La segunda es aceptar el sacrificio de Jesús.

Dado que Dios es Justo, y debe cumplir Su Ley -el alma que pecare morirá- el Señor, mediante un acto de pura Misericordia, manda un sustituto sobre quien recaiga el castigo que la Ley de Dios exige por el pecado del hombre: el Mesías, el Cristo.

Pero el hombre hace oídos sordos a los mandatos de Dios, ni deja de hacer el Mal, ni acepta al Cristo como su sustituto.

Por tanto, Dios no condena a nadie, es el hombre -el cual se regocija en su maldad- quien libremente elige hacer el Mal.

Pero no nos olvidemos de algo, el mantra del ateo toca otro tema: el de la eternidad del castigo de Dios.

Bien, la explicación a esto es muy sencilla.

La causa de que la condena deba ser eterna es la Santidad de Dios.

En efecto, Dios es pura Santidad, y donde hay Santidad no puede haber pecado del mismo modo que donde hay Luz no puede haber Sombra.

Por tanto, cuando el ser humano hace el Mal, su alma queda manchada, contaminada, impura.

Esto es lo que explica el por qué el alma que pecare, esa morirá pues cuando el hombre peca, la impureza de su alma imposibilita recibir vida eterna, comunión con Dios tras su muerte física.

Esta es la respuesta correcta, pero también es la respuesta que el ateo no quiere escuchar pues no la comprende.

En efecto, un incrédulo no comprende qué es el pecado del mismo modo que un pez no se da cuenta que está mojado, ya sabes, pues todo lo que rodea al pez es humedad.

No obstante, su incapacidad de comprender la Verdad no es óbvice para que la expongamos.

Mientras meditáis en todo ello, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


martes, 1 de febrero de 2011

De que el Hombre Carnal No es el Hombre Natural, Ni el Natural el Espiritual, y solo el Tercero Anda como Jesús Anduvo...


Según Pablo apóstol, hay tres tipos de seres humanos, a saber, el Hombre Carnal, el Natural y el Espiritual.

El Carnal es el que es hostil a Dios, y se guía por sus deseos carnales; Pedro da una opinión brutal de ellos en su segunda epístola.

Después tenemos el Hombre Natural, el cual es capaz de controlar los deseos de la carne, pero que es guiado por el intelecto y las emociones, de ahí que sea incapaz de entender lo espiritual.

Dicha incomprensión ordena su antropocentrismo, pues mientras cultiva y se deleita en la gloria humana, nunca busca la de Dios.

Por último tenemos al Hombre Espiritual, el cual sencillamente es guiado por el Espíritu Santo de Dios.

Entre las filas cristianas abundan los primeros, son mayoría los segundos y son escasos los terceros...

Con el Carnal no hay problema, pues gracias a su estupidez, se le ve venir y no engaña a nadie.

En efecto, todo el mundo sabe que está en la iglesia, o participa en sus actividades forzado por su família, pareja, etc, y que a la mínima oportunidad que pueda se revolcará en el lodo para decepción de su família, pareja y etc...

Sin embargo, el Hombre Natural, el más común en todas las iglesias de la cristiandad, es el tipo de cristiano que considero más peligroso.

Efectivamente, por esto es fundamental saber distinguir entre el Hombre Natural y el Espiritual, pues Satanás se disfraza de Ángel de Luz.

La razón de la peligrosidad de los Naturales es la magnética capacidad de contagiar de su naturalidad a los escasos Hombres Espirituales que Dios planta en las iglesias, de ahí que los Espirituales tengan como uno de sus deberes más imperantes, el autoexaminarse contínuamente para deshacerse de lo Natural en ellos.

En efecto, todos debemos saber que alguien con fe, alguien capaz de controlar escrupulosamente los deseos de su cuerpo, pero cuyo fin es sí mismo y no Dios, no es un Hombre Espiritual.

Aparenta ser uno de ellos, pues habla como ellos, se mueve como ellos, participa en muchas de las mismas actividades que ellos... pero sigue siendo un Hombre Natural, pues el fin de sus acciones es sí mismo, no la Gloria de Dios.

La miopía del Hombre Natural le lleva a estar satisfecho de su vida religiosa, pues en su incapacidad de entender las cosas de Dios, cree que lo que al Señor le importa son las formas, no el fondo.

El Hombre Natural hace muchísimas buenas obras, pero ni siquiera se le pasa por la cabeza no mencionarlas a la primera oportunidad que tiene, es más, ni siquiera se plantea el no buscar el reconocimiento de sus pares, pues es hipócrita pero no idiota, o es que no hizo las buenas obras para alardear de ellas?

El Hombre Natural no se autoexamina nunca sistemática y concienzudamente, aunque si por accidente alguna vez lo hace, y ve algo malo en él, se excusa con la evidencia de que en el fondo todo el mundo hace lo mismo...

El Hombre natural cree que la mejor iglesia es la más grande, y se enorgullece de formar parte de una...

De su boca brota agua dulce, agua salada, agua fría, agua caliente, aguarrás y aguas menores...

Privilegia en su trato baboso a pastores, sacerdotes y a cualquiera que ostenta un cargo de autoridad, un trato que jamás dispensaría a los miembros menos distinguidos de su congregación...

No acepta consejos de nadie que considere por debajo de su santidad, sin comprender que a Dios le encanta revelar Sus cosas a los pequeños.

No anda como Jesús anduvo.

Ve pajitas en ojos ajenos mientras se pasean por el mundo con una cantidad de vigas suficiente como para volver edificar el WTC... tres veces.

Cree que Dios le salvó porque él se dejó ser salvado, de ahí que nunca le agradecerá a Dios por ello como merece.

Nunca tiene la misma paciencia y misericordia con los demás que la que Dios tuvo con él, ni lucha por tener la misma paciencia y misericordia con los demás que la que Dios tuvo con él.

No comprende que el mayor debe ser el servidor de todos y dado que juzga lo espiritual con su naturalidad, adapta las jerarquías mundanas a su esfera espiritual.

Antepone sus tradiciones eclesiásticas a la Voluntad de Dios.

Se regocija de que cumple lo pequeño de la Ley de Cristo -congregarse- pero no le angustia no cumplir lo grande -servir antes que ser servido, amar a Dios más que a uno mismo...-.

Se vanagloria cuando da fruto sin comprender que da fruto por la Misericordia de Dios, de ahí que considere dicho fruto como un mérito propio, y el fruto le salga medio podrido.

Lanza piedras a la cabeza de la mujer adúltera con admirable puntería, y le saca un ojo mientras Jesús escribe en el suelo.

Es el primero en rebuznar su don de lenguas ignorando el mandato bíblico de que sin intérprete no debe hablarse en lenguas en la iglesia, pues su interés principal es llamar la atención y presumir de unción espiritual, no sujetarse a Dios.

Se enorgullece de ser familiar o amigo de alguien que goza de buena reputación, para aumentar prestigio a su prestigio...

No anda como Jesús anduvo.

Deja revolotear su imaginación hacia asuntos mundanos mientras en el culto se predica la Palabra o se ora...

Le advierte a Jesús que se aleje de la cruz pues ama al Señor con amor humano, pues piensa en las cosas de los hombres, no en las de Dios...

Interpreta todos y cada uno de los versículos de la Biblia en la más obtusa literalidad, olvidando que los incrédulos interpretan la Biblia del mismo modo...

Nunca hace nada que pueda poner en peligro su status económico, eso es innegociable, pues Dios es Señor de su vida pero no de su bolsillo...

Confunde caídas en las iglesias con Poder de Dios, y el Poder de Dios -perdonar a quien nos ofende, buscar servir antes que ser servido, tener Espíritu de mansedumbre...- con debilidad o estupidez...

No le importa que su mal comportamiento manche al Señor, que sus palabras denigren a quien dice representar, si para defender su orgullo hace falta cagarse en quien sea, uno se caga y yastá...

No anda como Jesús anduvo.

Cree que el fin justifica los medios, y si para tener una iglesia bien llenita, hace falta predicar menos la Palabra y hacer más chistes, se predica menos y se pone una nariz roja y unos grandes zapatones, faltaría más...

Justifica el pago de diezmos con citas veterotestamentarias, pues no confía en que Dios actúe en los hermanos y les enseñe que es su responsabilidad mantener la iglesia local...

Promete que orará por tal, o por tal otro hermano sabiendo que no orará ni por tal, ni por tal otro hermano...

Dan la espalda a quien necesita su ayuda con ingeniosísimas y creativas excusas...

Se apartan del hermano caído como de la peste.

Presume de sus ayunos a pesar de saber lo que el Señor opinaba al respecto, porque no se sacrifica sin sacar algo a cambio...

No da gracias a Dios por tener cubiertas las necesidades básicas, pues cree que estas son fruto de su propio trabajo...

No anda como Jesús anduvo.

Inunda su vida de una gran cantidad de reglas que sigue religiosamente, para así cubrir la ausencia del verdadero motor espiritual...

No hace evangelismo, hace proselitismo.

Siempre piensa mal de los demás, pues cree ladrón que todos son de su condición...

Le molesta la presencia y palabras del Hombre Espiritual pues pone en evidencia su hipocresía, y le acusa de legalista, radical y fanático..

Predica la Palabra pero ni siquiera se le pasa por la cabeza el estar un día tras otro, y otro, y otro, discipulando a aquellas personas que se acercaron a Dios por su prédica...

No anda como Jesús anduvo.

Nunca se arriesga a decir por el bien de los hermanos, nada que pudiera ofenderles, pues lo único que le interesa es que los demás tengan una buena opinión de él, y edificar a los hermanos puede poner en riesgo su status..

No cree que su verdadera família sea la de Cristo.

Cuando ora al Dios Padre imposta su voz con un tono pomposo y transcendente: falso.

Deja que el sol se ponga estando enfadado, deja que vuelva a salir, que se vuelva a poner, y así sucesivamente por los siglos de los siglos, amén.

Se desanima si no ve fruto inmediato por su trabajo sin comprender que su trabajo es ya fruto.

No anda como Jesús anduvo.

Desprecia a los fariseos de la Biblia sin darse cuenta que está ante un espejo...

Es un fan declarado de los 10 Mandamientos.

Acepta halagos de los demás, es más, los busca como poseso, y si no le halagas cree que es porque le tienes envidia.

Se aprovecha de las necesidades -espirituales o materiales- ajenas.

No anda como Jesús anduvo.

Da de lo que le sobra, nunca de lo que necesita.

Insiste tanto en que Dios es Amor que quien le escucha cree que Dios es una especie de Papá Noel...

Cuando se le hace ver que se está alejando del Camino del Señor rebuzna al momento su mantra No juzgues hermano, no juzgues y no serás juzgado...

Presume de tener libros de teología a pesar de no haberlos leído nunca.

Siempre le dice al predicador o sacerdote que su prédica le ha edificado a pesar de no ser capaz de recordar ni una sola palabra de la misma.

Cree que todos somos iguales a ojos de Dios aunque también que algunos son más iguales que otros...

Se burla de los fallos y caídas de sus hermanos, y los ve como un triunfo propio.

No, no anda como Jesús anduvo.

Se vanagloria de su conocimiento bíblico, de ser capaz de citar de memoria decenas y decenas de versículos, sin importarle el hecho que no practica lo que predica...

Tiene una completísima discografía de música cristiana llena de letras mundanas.

Sabe todo -lo malo- de todo el mundo y te lo explica con gran lujo de detalles las veces que haga falta.

El patrón que determina la santidad de alguien es él mismo, si no andas como él anda, no estás ungido...

Siente un profundo desprecio por los incrédulos y fantasea entre risas mal contenidas por lo achicharraditos que quedarán en el infierno.

Le da rabia leer esta entrada, pues se ve reflejada en ella.

Hmm, y he dicho que no anda como Jesús anduvo...?

El Hombre Espiritual debe estar siempre antento a no dejarse influenciar por el comportamiento del Natural, pues como les superan en número, uno puede llegar a pensar que su comportamiento es el correcto.

Pero no, quien dice que permanece en su Mesías, debe andar como él anduvo.

Mientras meditáis en todo ello, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...