Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 27 de enero de 2011

De Juan 20:23, o Por qué los Sacerdotes Católicos No Tienen Poder Alguno para Perdonar Pecados...


Con motivo de mi última entrada, un comentarista sometido al rito católico, mencionó en los comentarios, la idea de la potestad del perdón de los pecados por parte de su sacerdocio.

En esta entrada veremos por qué todo lo relacionado con el perdón de los pecados del sacerdocio católico es un error mayúsculo.

De entrada, cuando se analizan los dogmas católicos, uno percibe varias cosas, siendo el deseo de establecer un paralelismo con el régimen mosaico, una de ellas.

Tristemente, el catolicismo ha creado una élite sacerdotal con funciones propias y exclusivas, lo cual -una vez más- se da de bruces con lo que Dios nos dice en Su Palabra.

En efecto, en el Nuevo Pacto en la sangre del Mesías, todos los redimidos, todos los creyentes, todos los discípulos somos sacerdotes de Dios,
4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,

5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

[...]

9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

1 Pedro 2

Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos
. Amén.
Apocalipsis 1

y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.

Apocalipsis 5
Los sacerdotes del Nuevo Pacto, a diferencia de los sacerdotes veterotestamentarios que representaban al pueblo delante de Dios, representan a Dios delante del mundo.

Esta nación de sacerdotes tienen como función la de ofrecer -no sacrificios de sangre- sino sacrificios espirituales, es decir, buenas obras, alabanzas, acciones de gracias, sustento económico, etc...

Así pues, no hay a ojos de Dios una élite especial cristiana sacerdotal.

No la hay.

Al mismo tiempo fijémonos en algo, en ninguna parte de la Palabra se describe la del sacerdocio como una de las funciones a desempeñar por los creyentes, se nos habla de apóstoles, profetas, administradores, diáconos, ancianos/obispos, evangelistas y pastores, pero nunca leemos que Dios designe un cuerpo especial de cristianos dotados de funciones sacerdotales alguna, pues como hemos visto, todos los creyentes, todos los redimidos por Jesús somos hechos por Cristo sacerdotes de Dios.

El catolicismo es experto en decir una cosa mientras la contradice, pues según su catecismo, todos los creyentes somos sacerdotes peeeero...

No todos podemos ejercer funciones sacerdotales.

O sea, que todos somos iguales, pero algunos son más iguales que otros.

Ahora bien, en qué se basa el catolicismo para sostener que hay una élite dotada de una potestad exclusiva de Dios?

De su mala exégesis intencionada de Juan 20:23,
23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.
Como dice el dicho, un texto sacado de su contexto es un pretexto, en este caso un pretexto para tener a toda la feligresía bailando al ritmo que el sacerdote marca.

Por tanto, de qué nos está hablando el Señor en esta escena?

Bien, leamos el contexto,
19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.

20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.

21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.

22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

Juan 20
Siempre que estemos ante un pasaje complicado, un pasaje que aparentemente contradiga algo que claramente es enseñado en el resto de la Palabra (la exclusividad de Dios para perdonar pecados, pues en realidad, todo pecado cometido es contra Él), hemos de tener mucho cuidado de no hacer doctrina con él.

Algo tan impactante, tan determinante en la vida de tantas personas, debería haber sido recogido en el resto de los Evangelios y en las epístolas, no obstante, silencio absoluto.

Si nos fijamos en las escenas equivalentes de los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, veremos que en ninguno de ellos se indica que los creyentes tengamos el poder sobrenatural de perdonar los pecados de alguien.

Por tanto Rents, qué nos estaba diciendo el Señor en ese versículo?

La clave está en el contexto, más concretamente en el versículo 21, pongamos nuestra atención en dicho versículo,
21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío..
Para qué envió Dios Padre a Dios Hijo?

Para predicar la venida del Reino de los Cielos, el Evangelio, la Buena Nueva del arrepepentimiento y perdón de los pecados, por la fe en el Nombre y la sangre del Cristo,
20 Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.

21 Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?

22 Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones?

23 ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?

24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dijo al paralítico: A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Lucas 5
Así pues, del mismo modo que el Padre envió al Hijo, el Hijo envía a sus discípulos a predicar la buena Nueva del perdón de los pecados en el Nombre y la sangre del Cristo,
38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos 2
Y también,
46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;

47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.

Lucas 24
Y también,
16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,

17 librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío,

18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

Hechos 26
Lo que Juan 20:23 significa no es que Dios haya dado a los creyentes el poder de perdonar pecados, lo que significa es que se nos ha hecho partícipes de la Gran Comisión, la predicación a todas las naciones del perdón de los pecados que es en el Cristo, de ahí que a través de este anuncio, a través de la locura de la predicación del Evangelio, a través de esta auténtica llave del Reino de los Cielos, las puertas del Hades no prevalezcan pues a quien acoja el mensaje sus pecados les son perdonados y recibe vida eterna.

Eso es lo que quiere decir Jesús en ese versículo, lo cual está en harmonía con el resto de la Biblia.

En efecto, como hemos visto, la doctrina de la potestad de los sacerdotes católicos para perdonar pecados se carga doctrinas tales como la exclusividad de Dios a la hora de perdonar pecados, el perdón de los pecados que es en el sacrificio de sangre de Jesús, el sacerdocio igualitario de todos los redimidos por el Señor, el silencio de Dios a la hora de designar la figura del sacerdote dentro de las funciones eclesiales, etc...

Hay otros versículos que se prestan a la confusión y que están relacionados con el tema, no obstante, los trataré en próximas entradas.

Mientras tanto dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...



Sobre la biblicidad del sacerdocio católico...

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