Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 15 de febrero de 2011

De 1 Corintios 3:15 o, qué Significa Edificar Oro, Plata, Piedras Preciosas, Madera, Heno u Hojarasca?


En relación a esta entrada sobre 1 Corintios 3:15 y el erróneo dogma del purgatorio, un hermanito de mi iglesia me preguntó qué quería decir concretamente edificar oro, plata, piedras preciosas, madera, heno u hojarasca, que leemos en el versículo 12.

En esta entrada daré respuesta a eso.

Aconsejo leer ante la entrada a la cual he aludido para entender de qué se está hablando en el pasaje.

Ahora bien, leamos el versículo en su contexto,
8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.

9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.

11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.

12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,

13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.

14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.

15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

1 Corintios 3
Bien, qué es aquello que es edificado sobre la base que es Cristo, pero que es madera, heno u hojarasca?

Todo aquello que no permanece, aquello que no pasa la prueba del fuego, es decir, del juicio de las obras que hacemos en Nombre del Señor: la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará [...] Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo.

Como expliqué en la anterior entrada, el juicio del cual nos habla Pablo no es el de Salvación o perdición, pues como vemos él en ningún momento pone en duda la Salvación de aquellos a los que se dirige -si sobre este fundamento (Cristo) alguno edificare [...] si bien él mismo será salvo- el juicio es el de la calidad de la obra de cada uno en el Señor.

Por tanto, qué es aquello que no permanece y no pasa la prueba del juicio, qué es el oro, plata y piedras preciosas?

Todo aquello que es levantado en base a las fuerzas y/o propósitos humanos.

Por consiguiente, qué es aquello que permanece y pasa la prueba del juicio?

Todo aquello que es trabajado con las fuerzas que da Dios, y que tiene como único propósito glorificar a Dios.

En efecto, cuando Dios repase con nosotros el trabajo que hicimos con los dones y capacidades que nos dio para ser luz en el mundo, tendrá en cuenta más la calidad del trabajo que no la cantidad.

Pero a nivel práctico, qué puede ser madera, heno, hojarasca? ponme un ejemplo, me dijo el hermano.

Bien, tomemos las misma acción: ir a trabajar a un comedor para indigentes.

Si yo voy para poder presumir de bondad delante de los hermanos, si voy para hacerme notar, para poder pasar mi bondad delante de la cara de todo el mundo, es decir, si mi propósito último soy Yo mismo... edifico hojarasca.

Todo el trabajo realizado durante años en ese comedor no habrá servido para NADA a ojos de Dios, pues el fin último no habrá sido Dios, sino uno mismo.

Veamos cómo nos dice esto mismo el Señor Jesús,
1 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,

Mateo 6
En cambio, si voy al comedor para indigentes por Amor a Dios, porque comprendo que como fui salvo por Gracia, debo dar Gracia, porque comprendo que he sido llamado a manifestar el carácter de Dios, y que por tanto debo dar a cambio de nada, a aquellos -buenos o malos- que nada pueden darme... entonces, como mi último propósito es Dios, todo aquello que edifico permanecerá.

Recordemos al Señor Jesús diciéndonos esto mismo,
12 Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado.

13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;

14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.

Lucas 14
El propósito último, no las acciones en sí es aquello que tiene valor delante de Dios.

Recordáis igualmente al Señor hablándonos de cuál es la señal de alguien que viene de Dios?
44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?
Juan 5

18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
Juan 7
Otro ejemplo.

Hay hermanos que creen que dan Gloria a Dios por memorizar pasajes enteros de las Escrituras, sin darse cuenta que en ello hay poca Gloria.

Ojo, es necesario memorizar algunos pasajes, especialmente cuando uno predica, pero lo que quiero decir es que cuando uno se aprende versículos de memoria, lo está haciendo con sus propias fuerzas, con su propia capacidad mnemotécnica.

En cambio, si la debilidad de uno es el rencor, le cuesta a horrores perdonar a alguien, y le pide a Dios de todo corazón que le dé Gracia para hacer Su Voluntad, si le pide que le haga perdonar de verdad a quien le ha hecho daño, entonces, cuando uno hace lo que solo mediante el Espíritu Santo se puede hacer, entonces -decía- uno da Gloria a Dios.

Da Gloria a Dios -edificamos con oro, plata y piedras preciosas- todo aquello que solo puede hacerse mediante el Espíritu Santo de Dios, da Gloria a Dios que perdonemos a alguien, que busquemos servir antes que ser servidos, que procuremos que hermanos se reconcilien, que logremos anteponer la Voluntad de Dios a la propia...

Un ejemplo perfecto de lo que es edificar de manera duradera es el Señor Jesús, pues uno de los propósitos por los cuales el Señor se encarnó, fue para enseñarnos cómo debe vivir el hombre.

Jesús se pasó toda su vida guiado por el poder del Espíritu Santo, buscando hacer la Voluntad de Dios y no la propia, y todo con el único propósito de glorificar a Dios, de manifestar la Verdad de Dios delante de los hombres.

Ahora bien, hay hermanos que por su mucho Amor a Dios, quieren hacer, hacer y hacer, y se olvidan de todo esto, se olvidan que solo hemos de hacer las cosas de Dios con las fuerzas y capacidades que nos da Dios.

Hablo de auténticos hermanos que aman al Señor y que luchan a diario para anteponer Su Voluntad a la suya.

Estos hermanos yerran, pero sin maldad.

Un ejemplo de esto es 2 Corintios 1,
8 Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida.

9 Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos;
Pablo, en su mucho celo por las cosas de Dios, estaba empezando a hacer las cosas del Señor, apoyándose en sus propias fuerzas, no en las que le daba Dios.

Pero Dios le hizo pasar por circunstancias angustiosas, para que se diera cuenta que con sus propias fuerzas, nada puede hacer, que confiar en la propia capacidad, conduce a la muerte.

Cuando con las fuerzas que Dios nos da, resistimos durante mucho tiempo a un pecado, podemos llegar a pensar que dicho dominio viene en realidad de nosotros, y no de la Misericordia del Señor.

De ahí que a la mínima que dejamos de orar para que Dios nos dé fuerzas para resisitir... caigamos.

Hemos de estar siempre inseguros, deprimidos, pensando que somos unos inútiles?

Si alguien ha entendido eso cuando leía esta entrada es que no ha comprendido nada.

Lo que hemos de hacer es comprender que solo podemos avanzar por el Camino con las fuerzas que nos da Dios, que nuestra naturaleza está caída, y que separados del pámpano, nada podemos hacer.

Si tu orgullo te lleva a rechazar lo que lees, si en el fondo te averguenza o humilla tener que reconocer toda tu vida que dependes de Dios (Ya llevo tres décadas en el Evangelio, no tengo que orar cada día!), entonces plantéate si realmente estás bien sujeto a la Roca.

EL Reino de los Cielos es para los pobres de Espíritu, nos dijo el Señor Jesús.
En efecto, los pobres de Espíritu son aquellos que son conscientes de su propia insuficiencia, que son conscientes que todo les ha sido dado por Gracia, que nada le distingue a uno de los demás, que es un privilegio estar agarrado al pámpano y que -como los niños- se someten a la Voluntad y dominio de su Padre.

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios Padre en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...