Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



sábado, 12 de marzo de 2011

De la Errónea Apocastasis de Juan Pablo II ...

En un animado debate mantenido con un blogger católico, el susodicho rechazó la Expiación Limitada apoyándose en la idea de la Apocastasis final, que entre otros, expuso Juan Pablo II en su Redemptiori Missio.

La Apocastasis es la "Restauración de todas las cosas", es decir, la vuelta a la relación Hombre-Dios de la que el primero gozó antes de la caída, antes de la entrada del pecado en el mundo.


Juan Pablo II interpreta la Apocastasis como una especie de amnistía general donde los de la fe, los incrédulos, los musulmanes, judíos, hindúes... donde todos los que hayan hecho el bien, serán salvos gracias al sacrificio de Jesús.

Dicha doctrina fue mantenida por el Segundo Concilio Vaticano y por el Papa Juan Pablo II, y es promovida en el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica y en la liturgia posterior al Concilio Vaticano II.

Citando el comentario del hermano católico,
Hasta el mismísimo Papa Juan Pablo II que en paz de descanse, él mismo dijo en su Pontificado que todos los seres humanos serán salvos independientemente de su credo, siempre y cuando hagan el bien ante los ojos de Dios, siempre haciendo el bien al prójimo para gozo de Dios + Fe en Dios, serán salvos por Dios, inclusive dijo que a los que nunca les toco hablar sobre Jesucristo serán salvos, porque Dios es Misericordioso
El todos los seres humanos serán salvos independientemente de su credo se opone frontal y radicalmente a una de las bases arminianas más repetidas, a la hora de rechazar la Salvación por Gracia que defendemos los calvinistas, es decir, la idea de que "Dios no puede forzar a salvarse al hombre que -en su libertad- elija rechazar la Salvación y perderse".

Dios ofrece Salvación, el hombre la rechaza... pero Dios le salva igualmente?

En contra de su voluntad...?

Cuántas veces hemos oído los calvinistas que Dios respeta la libertad humana, incluso aunque ella perjudique fatalmente al hombre?

Por qué de repente, tener Misericordia por quien en su ceguera y estupidez rechaza la Salvación es un acto encomiable y no una vulneración de la Libertad humana?

Tremenda contradicción...

Pero divago.
Tras documentarme sobre el asunto, descubrí -con no poca sorpresa- que Juan Pablo II se basaba -entre otros- en Romanos 2:14, para defender su universalismo,
14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
Exacto, nada como sacar un texto de su contexto para defender lo que sea.

En este caso, Romanos 2:14 viene a demostrar -según la ideología universalista- que todo ser humano que haga el bien, es contado como cumplidor de la Ley, pues es Ley para sí mismo...

En seguida veremos como dicha interpretación es errónea.

Empecemos.
De qué nos está hablando Romanos 2:14?

Como regla exegética general, para entender de qué nos habla un versículo, hemos de ver su contexto inmediato.

Por consiguiente, una vez leído dicho contexto, observamos que nada más empezar el 2º capítulo de Romanos, Pablo señala la hipocresía de sus compatriotas, pues en realidad, éstos acusan a los gentiles de las mismas cosas que hacen ellos.
1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.
De esta manera, Pablo explica que Dios juzgará a cada hombre -sea éste judío o gentil- de acuerdo a sus obras,
6 el cual (Dios) pagará a cada uno conforme a sus obras,
Y la razón de esto es:
11 porque no hay acepción de personas para con Dios.
Es decir, Dios no tomará como mérito la etnia, status, o conocimiento de Su Ley, sino que juzgará a todos los hombres, bajo el mismo standard.

No importa dónde has nacido, cómo has sido criado o a que religión dices pertenecer, serás juzgado bajo el mismo criterio: tus obras.

Nos está enseñando Pablo Salvación por obras?

No, nos está hablando de la Imparcialidad de Dios.

Ahora bien, no es contradictorio que -siendo Dios imparcial- haya escogido a Israel y no a China?

No parte con ventaja el judío sobre el gentil?

Ellos saben qué obras son las que le complacen a Dios, mientras que el campesino de las montañas andinas vive ajeno a los conceptos de expiación, ayuno... es esto justo?

La respuesta a esto nos introduce en el pasaje con el que Juan Pablo II apoya su idea de la Apocastasis.

Y cuál es la respuesta a la pregunta en cuestión?

La respuesta es que no hay ventaja del judío sobre el gentil,
12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;
Soluciona esto el problema?

Aparentemente no, por mucho que Dios juzgue a los hombres de acuerdo a sus obras, los que nunca han tenido acceso a la Torah, siguen sin saber cuáles son las obras que agradan a Dios.

No te suena de algo esta objeción?

No te recuerda al ateo acusando a Dios de injusto por condenar a las personas que nunca han tenido acceso al Evangelio y al resto de la Biblia?

Qué responder a esto?

La Verdad.

Es cierto que hay grupos que parten con la ventaja de tener acceso a unas Verdades que permanecen ocultas a los demás, pero Dios tendrá en cuenta dicho acceso,
12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;
En otras palabras, el contenido de la Ley acusará a los que hayan tenido acceso a ella, nunca a los demás.

Por tanto, dile esto al ateo que martillea tus orejas: No haber escuchado el Evangelio no condena a nadie, lo que condenó al chino, nepalí y andino que jamás habían escuchado la Verdad, fueron sus actos.

En efecto, y la imparcialidad de Dios vuelve a demostrarse en el versículo siguiente cuando dice,
13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.
Es decir, quien tiene acceso a la Verdad, tampoco tiene ventaja alguna.

Cuando Dios juzgue a unos y otros, lo hará teniendo en cuenta el acceso a la Verdad que cada uno haya tenido, pues -y no me cansaré de repetirlo- Dios es Imparcial.

No obstante, el ateo replica con toda lógica, Sigues sin contestar a mi pregunta, cómo va a hacer el chino, el nepalí, el andino y quien sea, todo aquello que la Ley reclama como Justo si ni siquiera ha tenido acceso a ella...?

La pregunta es muy justa, y merece una respuesta más desarrollada, pues aunque tener acceso a la Ley, no suponga una ventaja, después de todo los judíos por lo menos sabían qué era aquello que es el Bien, y el Mal, no es cierto?

Y es en este punto cuando llegamos a la frase que Juan Pablo II malinterpreta, pues la respuesta a la pregunta del ateo la encontramos en los versículos siguientes,
14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,

15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,
He aquí la Imparcialidad de Dios salvaguardada.

Dios es Imparcial pues juzga a todos los seres humanos por la Ley Moral escrita en sus corazones, por eso Pablo dice que los gentiles son Ley para sí mismos.

En ellos llevan la Ley que les juzgará.

La evidencia de esto es que la conciencia de los hombres les acusa o les defiende en su obrar: dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,

El pasaje no habla para nada que alguien que no sea de la fe, pueda llegar a ser salvo pues contradiría tres cuartos de Biblia, el pasaje nos habla del modo en que Dios juzgará a cada ser humano: Por sus obras de acuerdo a los dictámenes de la Ley Moral escrita en su corazón.

En efecto, recapitulemos lo visto para ver el por qué de lo erróneo del argumento de Juan Pablo II.

Pablo nos dice tajantemente que Dios es Imparcial, y para ello dice que cada uno será juzgado de acuerdo al acceso a la Verdad de que disponga.
Más adelante explica que el mero hecho de haber escuchado la Ley no supone ventaja alguna para el judío, ni perjuicio alguno para el gentil que no la haya escuchado, pues no es el oír lo que será tenido en cuenta, sino que lo será el modo en que cada ser humano se haya ajustado a la Ley Moral que Dios ha impreso en cada uno de ellos.

El ateo -a pesar de no tener fe- sabe lo que está Bien, y lo que está Mal, tal y como vimos en esta entrada, y por consiguiente, será juzgado de acuerdo a su obrar.

Estamos diciendo con ello que alguien puede ser salvo de acuerdo a su obrar?

Para nada, pues la Justicia que Dios reclama solo puede ser obtenida mediante la fe en Jesús, el Único que ha cumplido la Ley para que ésta pueda ser imputada a los de la fe.

El asunto es que Pablo en este pasaje nos está hablando de la Imparcialidad de Dios, y de que cada hombre tiene impresa en su corazón la Ley Moral, pero no está explicando el modo en que alguien que no sea de la fe, puede ser salvo.

Es decir, nada del Apocastasis que Juan Pablo tiene en mente.

Exacto, el pasaje argumenta por qué todos los hombres son culpables, no cómo serán salvos.

Pablo en los dos primeros capítulos de la epístola, nos dice que todos los hombres tienen en ellos mismos el conocimiento del Bien y del Mal, que saben en su interior de la existencia de Dios, que pese a ello se niegan a honrarle como merece, que ignoran lo que su conciencia les dictamina y que ello les hace merecedores de muerte.

Apocastasis?
Me parece que no...

Al menos de la manera que Juan Pablo la interpreta.

En efecto, es cierto que al Final de los Tiempos todas las cosas se restaurarán, que el Hombre volverá a estar en comunión con Dios, la misma comunión que Adán disfrutó, no obstante, según el Señor mismo nos revela en Su Palabra, aquellos que protagonizarán dicha Apocastasis serán los redimidos por Gracia por el Señor Jesús, no toda la humanidad.
13 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?

14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.

Apocalipsis 7

1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

[...]

3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y Él morará con ellos; y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

Apocalipsis 21
Mientras meditáis en todo ello, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...

Fuentes:
Alpha and Omega Ministries
Desiring God