Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 20 de octubre de 2011

De que el Equilibrio No Resuelve el Nudo Gordiano...

No prediques mucho la Gracia porque te conducirá al libertinaje, dicen unos, pero tampoco incidas mucho en la ley porque caerás en el legalismo, replican otros.

Punto medio, equilibrio, afirman todos ellos, creyendo haber resuelto el nudo gordiano del cristianismo, y evidenciando el pavor e incomprensión del Evangelio de la Gracia de Dios.

Pero el Evangelio Gracia sí, peeeeero es una media verdad, y por tanto, una completa mentira.

Aquello que resuelve y anula el inexistente nudo gordiano es una santificación basada en el Evangelio, pues la obediencia a la que el creyente se somete, es aquella que parte de la comprensión de que nuestra posición con Dios, no depende de nuestra obediencia sino de la de Jesús.

Y esta es la ironía, que los que más obedecen son aquellos que comprenden que nuestra relación con Dios no reposa en todo aquello que hacemos, sino en aquello que hizo el Señor Jesús en nuestro lugar, pues el estímulo a toda obediencia, no debe ser la presión o el miedo, sino el Amor que se articula al comprender la anchura, la longitud, la altura y la profundidad del Amor de Dios por nosotros mediante el Cristo Jesús.

Y amén!