Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 15 de noviembre de 2011

De Fe sin Amor, y Amor con Fe...


3 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.
4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.
5 Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
6 Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.

Lucas 17:3-6
Perdonar una y otra vez...?

Hmm, no me entiendas mal Señor, perdonar suena bien y todo eso, pero para vivir así, tendrás que aumentarnos nuestra fe, porque cuando las cosas se ponen feas, nos da por abandonarte.

Para qué queréis más? Parece que les dice Jesús, no hace falta una gran cantidad de fe para conseguir la imposibilidad lógica de plantar un árbol en el mar, o incluso caminar sobre él.

En serio, dentro de unos años, con una fe tan pequeña como un grano de mostaza, comprenderéis que no sois salvos por vuestra fe, sino mediante ella, comprenderéis que de las tres virtudes, la mayor de ellas es el Amor, pues es la fe la que obra por el Amor, no al revés.

Es el Amor cabezotas, el Amor, pues que la manera de reconoceros sea mediante el Amor significa que hay fes sin Amor a Dios, pero no hay Amor a Dios sin fe.

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


De Citas de Esas Tan Buenas que No Te Cansas de Releer de Tanto en Tanto... (9)


11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Juan 8:11
Este es el Amor unidireccional de la Gracia en la vida del Mesías Cristo.
Vete, y no peques más no es un imperativo.
Es descriptivo.

Pocos personas que ha sido perdonadas de un crimen, mantienen el deseo interior de volverlo a cometer.

Era obvio que ella no volvería a pecar más, pero en el caso de volver a hacerlo, ella sería perdonada de nuevo, y de esta manera, las posibilidades de volver a cometer el crimen se volverían a reducir a la mitad.

Bajo la Gracia, los imperativos se transforman en indicativos.

Paul Zahl
Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...