Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



lunes, 23 de enero de 2012

De Cánticos, Paciencias y Esperas...

52 Quitó de los tronos a los poderosos,
Y exaltó a los humildes.

Lucas 1:52
Lo que María cantó con sus labios, Jesús lo cantó con su vida en una canción protesta que le arrastraría a la colina que nos lleva a cantar la misma canción:
Dios es nuestro Salvador, los soberbios son esparcidos, los humildes exaltados, los ricos vuelven a casa vacíos y los poderosos son sacados de sus tronos...!
Entiendes ahora por qué al Poder nunca le ha gustado la canción protesta?

María entonó su cántico antes de Belén, antes de Getsemaní, y antes de Galilea, y nosotros a causa de ello, pero tanto una como los otros, cantamos sabiendo que la promesa futura del Dios que no es hombre para mentir, ya se ha hecho realidad.

Paciencia.
Paciencia, que el hecho que hayan pasado dos mil años no es gran cosa para Aquel para quien un día son como mil años, y mil años un día.

Paciencia, que aunque seas incapaz de hacer pasar al Juez que está en la Puerta, puedes hacernos a los demás la espera agobiante por la contínua manía de relacionar coincidencias, y hacerlas pasar por las ansiadas señales del Día del Señor.

Maranatha Señor, y danos paciencita en la espera mientras entonamos tu Canción...