Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



sábado, 11 de febrero de 2012

De Cómo el Evangelio Acaba con el Ciclo de Violencia...


12 Y el hombre respondió: La mujer que Tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
Génesis 3:12
Uno de los recursos más manipuladores de todos los que emplea el ser humano es el de presentarse como víctima con el fin de estigmatizar al prójimo como verdugo.

Lo irónico del caso es que la consecuencia del reclamar la posición de víctima es que crea víctimas, no verdugos.

Señor, si no me hubieras dado a la mujer...

Esta es una forma de violencia pasiva interminable que niega toda responsabilidad propia al transferirla a los demás, una forma de violencia inherente al mundo, de ahí que la única manera de vencerla sea mediante el Evangelio,
12 Y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores...
Mateo 6:12
En efecto, la única manera de finalizar el ciclo perenne de violencia de los unos contra los otros es renunciando al papel de víctima, y reclamando la que nos es propia: La de verdugo.

Admitir la propia culpa no solo me libera de la condena al quedarme como el único abogado de mis maldades delante de Dios, sino que también libera a los que me rodean de la carga de la etiqueta de verdugo.

Orar por el perdón de los pecados es confesar la propia culpa.

Dios mío, perdona mi egoísmo...

Fin del Ciclo.
Fin de la necesidad de reclamar el papel de víctima para eludir toda responsabilidad, muerte para el verdugo que victimiza a las víctimas, y derrota del Mundo sin emplear las armas del mundo.

Amén!


De que Ellos Tampoco Sabían lo que Hacían...


Sin esperanza a qué aferrarse, se enrola en el ejército para huir de la pobreza.

Sin saber cómo, se encuentra en una región desértica, donde el clima es asfixiante y la hostilidad ante el invasor absoluta.

Su aspecto extranjero es tan despreciado como su uniforme, mientras que los terroristas son vistos con simpatía por la población.

Las barbas largas y las supersticiones de los locales le asquean, de ahí que no pueda evitar sonreir al saber que tiene que participar en la ejecución de tres rebeldes.

Las lágrimas de los familiares, el calor envolvente, y la sangre le entristecen como nunca, y sueña con volver a casa mientras clava una inscripción en lo alto de un madero.
Iesus Nazarenus, Rex Iudaeorum
Y sabes?
Creo que esta es una de las razones por las que Jesús dijo, Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen...



Inspirat en una prèdica de la meva germaneta Nàusica.
Petitona, merci per la teva vida!