24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.Y esta es la enseñanza, que por nuestro Bien y mediante el sufrimiento, Dios tiene que rompernos, hundirnos y levantarnos, con el fin de transformar nuestra vida rebelde, en la de un discípulo que no está por encima de su Maestro.
25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?
Mateo 10:24-25
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Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!
En el Nombre de Jesús, amén!
viernes, 13 de abril de 2012
De Mateo 10:25 y lo que le Basta al Discípulo...
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