Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



lunes, 18 de junio de 2012

De que Lo que Aborrecemos de los Demás, Es lo Mismo que Odiamos de Nosotros...

7 Y como insistieron en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado que tire la primera piedra..
Juan 8:7
Nuestro orgullo nos lleva a creer el engaño de que tenemos derecho a condenar en los demás, lo mismo que justificamos en nosotros.
Cierto, pues la habilidad del hipócrita de reflejar sus pecados en los demás, es inversamente proporcional a la capacidad de ver solo sus virtudes.

De este modo nos encontramos con la siguiente tragedia, a saber:
Que lo que aborrecemos de los demás, es lo mismo que odiamos de nosotros, de modo que si unimos todos los pecados que vemos en los demás, y los reunimos en una sola pieza, aquello con lo que nos encontraremos será la estatua de nuestro ídolo...
Nosotros mismos.