Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 10 de julio de 2012

De que Antes de Trabajar Debemos Escuchar...

39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.

Lucas 10:39-40
A diferencia de Jesús, muchos ven al pueblo de Dios como un frío mecanismo bien engrasado que odia el fracaso entre sus miembros, en vez de como un Cuerpo vivo que se duele por el pecado entre sus miembros.

De este modo, mientras que el Cuerpo se asemeja a María, el mecanismo a una Marta demasiado atareada como para preguntarse por y para quién trabaja.

Es que hemos de cruzarnos de brazos, limitarnos a escuchar y no hacer nada como María?
Al contrario, hemos de trabajar como Marta, pero solo después de haber escuchado como María.

Y no hay nada más difícil que eso, pues las palabras de Jesús nos impulsan a trabajar justo en aquello que por nuestra maldad no queremos.
Para verguenza nuestra lo digo...