Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



sábado, 4 de agosto de 2012

De Cómo Refutar la Paradoja de la Omnipotencia...

Leyendo el Argumento Ontológico Modal de Plantinga, veo que para intentar derribar la posibilidad de la existencia de un ser que sea la Suma de todas las Perfecciones, se plantea la vieja Paradoja de la Omnipotencia, con el fin de demostrar la imposibilidad de la existencia de dicho ser.

De este modo se pregunta:
Puede Dios crear una piedra tan grande que no pueda levantar...?
Se considera paradójico porque si se responde que puede, entonces no el creyente debe admitir que Dios no es Omnipotente, pues es incapaz de levantar dicha piedra, y si se responde que no puede, entonces el creyente debe aceptar que Dios no es Omnipotente, dado que hay algo que es incapaz de hacer.

Pieza la pieza que se mueva -cree el ateo- el creyente pierde...

No obstante, hay un argumento muy sencillo que derriba la mal llamada Paradoja de la Omnipotencia el cual consiste en lo siguiente:
Definir qué es omnipotencia...

En efecto, la omnipotencia no es la capacidad de Dios de poder hacerlo todo, pues Dios mismo repite una y otra vez que no puede ni mentir ni pecar.
Igualmente entraríamos en un absurdo lógico, al definir la omnipotencia como la capacidad de ser impotente...

Cierto, el nudo gordiano se resuelve al comprender que omnipotencia es la capacidad de Dios de hacer Su Voluntad.

Por tanto, volvamos a la paradoja,

Si quiere... Puede Dios crear una piedra tan grande que no pueda levantar...?

Sin duda, pues esa sería Su Voluntad.

Voilà!