Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



domingo, 2 de diciembre de 2012

Del Rabi Joseph Soloveitchik y los Tipos de Hombres...

Leo que el Rabi Joseph Soloveitchik defendía la existencia de dos tipos de hombres:
El Hombre del Sino, y el Hombre del Destino.

El primero responde a toda tragedia cuestionándose su realidad, sus creencias, sus convicciones, es decir, se pregunta el Por Qué de la tragedia, por qué Dios permite el Mal, y en sus meditaciones se aleja de Dios.

El segundo responde a toda tragedia preguntando Cómo puede encarar el mal, pues entiende que la tragedia ha sido enviada por Dios.

Ahora bien, qué es lo que pregunta el cristiano cuando le sobreviene una desgracia, adversidad o contratiempo?
La postura del cristiano es semejante a la del Hombre de Destino, y no obstante, es diametralmente opuesta.

Aquello que preguntamos cuando sufrimos no es ni Por qué, ni Cómo, sino Qué debo trabajar.

En efecto, una vez sabemos que todas las cosas nos ayudan a Bien, es decir, que todo aquello por lo que Dios nos hace pasar tiene la finalidad de hacernos crecer a imagen de Jesús, lo que el cristiano se pregunta es cuál es aquel pecado que Dios me está diciendo que debo mortificar.

De ahí que la persistencia de dichas desgracias o adversidades dependan del grado de resistencia que pongamos al Espíritu en nosotros.