Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



miércoles, 16 de enero de 2013

De Realidades, Existencias y Descartes...

5 Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos.
2 Corintios 13:5a
En otras palabras, un paso hacia nuestro interior es un paso hacia lo vertical, pues solo sabiendo cómo somos, podremos dejar lo sobrante atrás, y encaminarnos hacia lo alto.

Y aunque fue también un paso hacia su interior -la capacidad de razonar- aquello que llevó a Descartes a probar deducir la existencia de Dios, percatarse de esto no le indujo a percibir su incapacidad en la esfera de lo espiritual para así buscar la acción de Dios en él, sino que se conformó con haber descubierto un método que le permitiera alcanzar certezas científicas.

Paradójicamente, su reacción ante la conciencia de la presencia de Dios negó su postulado -Pienso, luego existo- pues no hay verdadera existencia sin participación en Dios.

Es decir, Ser/Existir, Vida, Bondad, Belleza, Felicidad, Verdad, etc no son otra cosa que sinónimos del término Realidad, un don dado por Dios al recuperar la comunión -común Unión- perdida.
De este modo, vemos que la mayoría de las cosas que experimentamos en nuestra deteriorada condición -nuestro estado caído- las cuales describimos erróneamente como existencia, vida, bondad, belleza, felicidad, Verdad y realidad, simplemente son sombras que no pasan de ser una pálida participación de la Realidad que es en Dios.